En la boda de Raquel y Javier hemos podido comprobar que son los pequeños detalles, en los que tanto mimo ponemos, los que, finalmente, marcan la diferencia.
Fue el destino el que unió a esta pareja. Aunque ninguno es de la Capital, se conocieron en uno de esos bares de las calles de Madrid y, desde entonces, se hicieron inseparables.
Boda de Raquel y Javier: la fuerza del destino
El broche de oro de esta relación llegó el 20 de septiembre de 2019 cuando, finalmente, sellaron su amor a través del ‘sí, quiero’.
- El vestido y los complementos de la novia
Para la boda de Raquel, la gran protagonista iba vestida de riguroso blanco con un vestido realizado a medida en el atelier de Coosy White. Un modelo sencillo en el que resaltaban las mangas transparentes con delicado encaje en la terminación de sus mangas francesas, escote en forma de V y una espectacular espalda descubierta con bordados. La falda del vestido terminaba dibujando una pequeña cola. Llevaba un lazo rojo anudado a la cintura que hacía juego con algunos de los motivos florales del ramo nupcial.
La tiara fue realizada de manera artesanal por Amalia Reaño de la firma Mis Tocados y estaba adornada con motivos florales en color plateado. La tiara iba acompañada por un larguísimo velo que se fundía con la cola del vestido y que no pasó desapercibido para nadie en la boda de Raquel y Javier.
En cuanto a los complementos, Raquel lució el anillo de pedida de zafiros, diamantes y oro blanco con el que Javier le pidió que fuera su esposa; unos impresionantes pendientes de topacio y diamantes con un colgante a juego de Aristocrazy. Una pulsera de plata y brillantes que su prima le había prestado brillaba en su muñeca con un anillo de oro blanco, diamantes y rubíes que su madre le había dejado para el día más importante de su vida.
Para dar vida a sus pasos, unos maravillosos tacones de salón glitter de la firma Úrsula Mascaró.
Urbano Estilistas de Imagen fueron los encargados del maquillaje y el peinado de Raquel. La novia se decantó por un make up de lo más natural basado en la combinación de sombras marrones y doradas y unas cejas muy definidas. Para sus labios, Raquel desfiló hasta el altar con el color rojo por bandera. El peinado estuvo muy conseguido gracias a un recogido bajo en el que el pelo se iba entrelazando formando una especie de espiral.
Las flores de la boda de Raquel y Javier fueron encargadas a Arnau Agüero. Un maravilloso ramo formado por tonos verdes, rosas y fucsias que se mimetizó a la perfección con el resto de la decoración de la boda de Raquel y Javier.
- El novio
Por su parte, Javier vistió un esmoquin negro de García Madrid con una pajarita, negra también. Los zapatos de Holborn y unos maravillosos complementos: un reloj Tissot y unos gemelos de Hugo Boss.
- La madrina y la madre de la novia
En la boda de Raquel y Javier, la madrina se decantó por un diseño de Aire Barcelona mientras que la madre de la novia eligió a Alba Conde para su estilismo.
- La ceremonia y la celebración
La boda de Raquel y Javier tuvo lugar en la iglesia de Santa María la Real, en Aranda del Duero. Después del ‘sí, quiero’, los recién casados y todos los invitados se desplazaron hasta el restaurante de las Bodegas Cepa 21, lugar en el que tuvo lugar la celebración y, por supuesto, la merecida fiesta posterior.
- Las invitaciones y el regalo de las invitadas
Las invitaciones fueron muy especiales ya que fueron los propios novios los encargados de diseñarlas. En cuanto a los regalos para los invitados, les obsequiaron con un detalle unisex: tarjeteros de piel de Stella Rittwagen en diferentes colores. Además, todas las invitadas se pudieron cambiar el calzado para estar más cómodas ya que los novios les facilitaron bailarinas para que estuvieran más cómodas.
- El momento más emotivo
Fue el momento en el que, cada uno de los invitados, se sentó en el salón y fue leyendo la nota personalizada de agradecimiento que los novios habían depositado en las mesas, junto a sus regalos. Y es que, desde luego, no hay nada como los detalles personalizados por uno mismo.
- Invitada o invitadas más elegantes
Sin ninguna, fueron los niños de arras los que consiguieron captar todas las miradas, además de la novia por supuesto.
- Fotógrafo
Sofía Rimoldi fue la encargada de inmortalizar todos y cada uno de los momentos de la boda de Raquel y Javier que recordarán durante el resto de sus vidas.
- Luna de miel
Un viaje de novios de ensueño en el que hicieron un tour por el sudeste asiático y recorrieron Tailandia, Camboya, Malasia y Bali y, al igual que el resto de la boda, fue organizado por ellos. ¡Enhorabuena a los dos!