Un enlace repleto de emoción y lágrimas, de felicidad claro. La boda de María y Javier tuvo lugar un 24 de agosto y hoy queremos compartirla con todos.
El amor está en el aire y nadie puede escapar a este fenómeno. No importa la manera, el amor siempre consigue superar todas las barreras, y todas las distancias. Así fue cómo María Laura y Javier se conocieron, a través de las redes sociales.
Ella vivía en Valencia, mientras que Javier residía en Castellón y, después de largas conversaciones, ella decidió ir a conocerle en persona. Desde aquel 11 de julio, no se volvieron a separar.
La boda de María y Javier: ilusión, magia y alegría
- Los novios
La novia escogió un vestido de la firma Pronovias, concretamente, el modelo Ederne. Se trata de un magnífico diseño de estilo bohemio realizado completamente en encaje con una romántica espalda keyhole. Las mangas eran cortas e incluían una cenefa ondulada en los perfiles. El escote era en forma de V de corte evasé por el que continuaban deslizándose delicados motivos de encaje.
El velo fue diseñado especialmente para la boda de María. Un diseño completamente liso sujeto con una peineta de color off-white que se resbalaba a lo largo de todo el vestido y que ponía la guinda a un look perfecto.
Las joyas que utilizó la novia estaban cargadas de un valor sentimental incalculable, ya que pertenecían a su familia: unos pendientes de perlas reales y diamantes a juego con un precioso colgante. María Laura decidió apostar por unos complementos discretos que la hicieron brillar en su gran día.
Para dar vida a sus pasos, la novia escogió unos Peep Toe. Un diseño transparente de la marca Ego con los que pudo vivir su gran día sin tener que preocuparse por nada más, ya que era un modelo muy cómodo.
La novia eligió un maquillaje muy natural que consistía en iluminar sus rasgos más bonitos. Gracias a las pestañas postizas, María consiguió una mirada de infarto con la que pudo reflejar toda su dulzura. Le Bouquet Esthétique fue el equipo en el que esta novia confió en su gran día.
La novio eligió un recogido bajo realizado a base de ondas que le aportaban un aspecto desenfadado realizado por el equipo de la peluquería Marfil.
Javier utilizó un traje de tres piezas de color azul marino diseñado por Higinio Mateo. El chaleco era cruzado con solapa, en perfecta armonía con los tirantes, en color azul marino con topos celestes. Las notas de colores llegaron de la mano de la corbata y el pañuelo, en tonos tierra en contraste con el traje, mientras que los zapatos respetaban el color protagonista del novio.
- La finca
En el mes más cálido de todo el año, agosto, se ofició la boda de María y Javier. El lugar elegido fue La Masía Les Casotes, una fabulosa finca situada en Castellón. María Laura y Javier eligieron un espacio repleto de elegancia, frescura y belleza, cuyo edificio y entorno de máximo interés, forman parte del Catálogo de Patrimonio Histórico Artístico de Castellón de la Plana.
La boda de María y Javier tuvo lugar en un precioso mirador iluminado por la luz del atardecer que recreaba el escenario de un cuento de hadas.
El ‘sí, quiero’ lo ofició el mejor amigo del novio, y las lágrimas y risas de los invitados llenaron el momento, mientras que los novios se convertían en marido y mujer haciendo un momento mágico.
- El catering
El catering de la boda de María y Javier fue realizado por Miguel Martí y la fusión de sabores encandiló a todos sus invitados. Este equipo de profesionales también fueron los encargados de diseñar la tarta nupcial.
- La invitada más elegante
Fue una de las grandes amigas del novio, Dunia Gormaz, quien se llevó el palmarés con un vestido firmado por el mismo diseñador que el del traje del novio, Higinio Mateu, de colores fríos y pedrería.
- La madrina y la madre de la novia
La madrina llevó un encantador vestido de color rosa palo de manga larga y escote en la espalda. Por su parte, la madre de la novia lució un vestido de color azul marino, manga corta y escote en la espalda.
- Las flores
Los arreglos de las sillas de la ceremonia de la boda de María y Javier fueron de paniculata blanca a juego con el ramo de flores con el que desfiló la novia hacia el altar, de paniculata tintada de rosa. Rosas, claveles y margaritas también tuvieron su sitio en este enlace, y se entremezclaban en colores blancos y rosados.
María Laura y Javier se ocuparon de organizar todos los detalles de la boda y tenemos que darles la enhorabuena, porque todo fue perfecto.
- El fotógrafo
Toni Vida Photography fue el equipo encargado de inmortalizar las lágrimas, risas y todos los momentos que se vivieron en este enlace tan especial.
- Las invitaciones y el regalo de invitados
Las invitaciones fueron diseñadas por María, y fue Vistaprint quien se encargó de llevar ese diseño a la realidad. El regalo de los invitados fue un original llavero abridor con los nombres de los novios y la fecha del enlace, además de unas sandalias playeras.
- La luna de miel
Los recién casados disfrutaron de 28 días de ensueño en los que visitaron Thailandia y Filipinas. En Tailandia pudieron recorrer los templos de Bangkok, Chiang Mai y Chiang Rai. Además, pudieron conocer más la cultura asiática gracias a los refugios que visitaron de Mujeres Jirafa y Elefantes.
Por su parte, en Filipinas visitaron Manila, los campos de arroz de Banaue, Bontoc, Sagada y, por último, pasaron una semana en Apulit Island. Todo fue organizado por la agencia Viajes para no Parar.
La boda de María y Javier estuvo llena de momentos muy emotivos y, sobre todo, la pareja hipnotizó a todos sus invitados con su amor. Esperamos que sean muy felices el resto de sus vidas.