A Ana María y José María, nuestros novios de la semana, los presentaron unos amigos comunes hace ya 8 años. Ana salió a cenar con una amiga y coincidieron en el mismo local con otro amigo suyo. “Fue un flechazo, como en las películas. Nos fuimos sentando cada vez más cerca, hasta que terminamos juntos hablando y, hasta hoy”, cuenta Ana.
Seis años después de este amor a primera vista, el destino les hizo el regalo más bonito de sus vidas: su hija Emma. Como colofón de esta preciosa historia de amor, Ana María y José María, se unieron en matrimonio el pasado 25 de agosto en una original boda con temática cowboy.
La celebración de Ana María y José María:
Celebraron su gran día en un entorno mágico, el hotel Izán Puerta de Gredos, en plena sierra abulense. Ana María describe la ceremonia, oficiada en el jardín del hotel por la concejala de Ayuntamiento Doña Beatriz Sánchez, como “preciosa”. “No pudimos contener las lágrimas con las lecturas de nuestros familiares”, afirma.
El banquete y posterior fiesta tuvo lugar en el mismo sitio. El equipo del hotel Izán Puerta de Gredos y en especial Gemma Sánchez, la directora del mismo, se esmeraron en el cuidado de cada detalle. La cocina de este hotel trabaja de forma artesanal, algo que se evidenció con los postres: una exquisita tarta árabe con frambuesas y un delicioso gelée de mango. Sobre el menú explica Ana María: “Estaba todo riquísimo con una calidad y un mimo, sencillamente fabuloso”.
De la decoración floral se encargó Alberto Hermaflor, responsable de crear un ambiente muy natural, algo que consiguió llenando todo de flores silvestres y eucalipto.
El look de la novia:
Nuestra novia eligió para su gran día un modelo de YolanCris. Un dos piezas, confeccionado a mano. Bustier en encaje y guipur con falda con cola en chantillí rematada en flecos con bordados de corte sirena. Lo adornó con un espectacular cinturón de pedrería. Mientras la vestían su hermana y su cuñada, estaban todos sus hermanos con ella y sus respectivas parejas que son para Ana María como si tuviera tres hermanos más. «No pararon de hacerme reír, con mis sobrinos revoloteando alrededor aquello era igual que el camarote de los Marx», cuenta la novia.
Completó sus outfits con sandalias de piel labrada y terciopelo de Just Ene, personalizadas para la novia; y botas de Sendra en piel marfil y plata, también un diseño exclusivo para Ana María.
Para su ramo optó por un buquet de rosa blanca enana, lavanda y flores silvestres rematado en puntilla bordada.
Teniendo en cuenta la temática cowboy de la boda, Ana María usó un sombrero de fieltro rematado con encaje y pedrería del que colgaba un velo con especial significado ella. “Me lo prestó mi cuñada Virginia, a la que adoro. Lo llevó ella en la boda con mi hermano José Ángel y fue un detalle maravilloso y un honor llevarlo en la mía”, explica. Cuando se retiró el sombrero, lució una peineta antigua en plata y brillantes herencia de su familia. “Espero que mi hija la lleve en su boda”, comenta Ana María.
Maquillaje y peinado:
Para la preparación de la piel confió en su gran amiga Carmen Montalbán. En lo referente al maquillaje y peinado se puso en manos de Natalia Belda, profesional de reconocido prestigio, que supo reflejar a la perfección la naturalidad que Ana María buscaba.
Peinó también a Emma, dejándola preciosa con su tiara de flores y hojas doradas hecha por nuestra novia.
El outfit del novio:
José María se enfundó en un traje a medida azul marino de la sastrería Irene Muñoz. Lo acompañó con un chaleco azul celeste, corbata a juego y camisa con sus iniciales bordadas en el puño. Como complementos a resaltar, lució reloj carrera TAG Heuer (regalo de boda de Ana María) y unos gemelos de oro muy significados para el novio, al ser de su padre.
Las invitaciones y el regalo del los invitados:
Las invitaciones fueron diseñadas por los novios y la nota de bienvenida fue escrita a mano con un gran valor sentimental: “Me quede con la mano dormida de tanto escribir, pero no se merecían menos todos ellos por acompañarnos en este día inolvidable para nosotros”, confiesa Ana.
Como regalo las chicas recibieron unos pendientes de filigrana botón charro en plata vieja, un guiño a Salamanca, la tierra de Ana María; los chicos una botella de vino dulce de edición limitada Vegamar. Los más pequeños también tuvieron regalito: una lamparita con forma de bambi.
El momento más emotivo:
Esta boda estuvo cargada de momentos emotivos, pero Ana María destaca como algunos de los más emocionantes: ver a su hija Emma caminando hasta el altar delante de ella junto a sus sobrinas con José María de fondo; las creativas lecturas de sus sobrinos; la emoción de su hermano; la nota divertida de mis amigas; la mirada de su madre que iba espectacular; y los agradecimientos del novio a los presentes y a los que les acompañaban desde el cielo como su suegro o su tía Ana, tan especiales para ellos.
Fotografo:
A Emilio Jara, y a su asistente, Miriam Herrera, deben Ana María y José María su espectacular reportaje fotográfico.
La música:
La magia musical la pusieron Antonio Rodríguez, excepcional pianista y primo del novio; Charlie and Coconuts; Antonio de Texas Resaca Blues y Rodrigo de Espectáculos Villa, con el que bailaron sin parar.
Luna de miel:
Para su luna de miel Ana María y José María han elegido un destino de ensueño. Viajarán a Sudáfrica, donde disfrutarán de una reserva privada en Kruguer. Darán continuidad a este viaje con unos días de descanso en Isla Mauricio.
¡Que sigáis disfrutando de vuestro amor en compañía de vuestra preciosa hija!