¿Siempre quieres tener el pelo con más volumen, con más cuerpo, quizás más seco, o rizado, pero no tan fino y apelmazado y con sensación de suciedad prácticamente recién lavado? Hay solución
¿Envidias las melenas que permanecen limpias e intactas durante días y días y que, tras el lavado, se desenredan sin tirones ni nudos imposibles? ¿Te encantaría que te recordaran como la chica del pelo suelto con ondas bonitas, en vez de ser la chica del moño alto?
Tener el pelo fino no es fácil. Cuando te lo lavas y peinas, queda decente y prometedor. Sin embargo, al día siguiente, el famoso día después, que tiene fama de ser el mejor, este tipo de pelo ya está sucio, sin ondas, sin cuerpo y sin posibilidad de mantenerlo suelto un día más. La solución pasa por recurrir a una coleta o a un moño.
Tips para cuidar de una melena fina
Para cuidar del cabello fino es fundamental:
1. Realizar una limpieza respetuosa del cuero cabelludo y cabello con productos que no resten volumen ni apelmacen. “Para eliminar la grasa, los residuos de productos de styling o de tratamientos anticaída, es muy importante escoger un champú que consiga eliminar de forma efectiva todas esas partículas, pero de forma respetuosa, evitando así irritaciones, tirantez y deshidratación”, asegura Modesta Cassinello, doctora en farmacia y creadora de su propia línea de cosmética capilar.
Un producto que limpia en profundidad, sin irritar el cuero cabelludo y que ayuda a mantener el pelo suelto por más tiempo, retrasando así el dichoso moño de emergencia, es el champú H07 con sal marina. Se trata de un tratamiento de limpieza profunda perfecto para cabellos finos que se engrasan y pierden el volumen con facilidad. Su formato en lata, con textura densa y granulada, sorprende desde el primer uso.
Por su tamaño, parece que el producto va a durar poco, pero no. Porque tan solo es necesaria la cantidad de una moneda de 5 céntimos para lavar toda la cabeza. El uso es el mismo que el de cualquier otro champú. “Emulsionas primero sobre tus manos mojadas y lo trabajas desde las raíces, levantándolas, masajeando delicadamente el cuero cabelludo, añades un poco de agua para hacer la espuma aún más cremosa, dejas que se deslice sobre el resto del cabello y enjuagas bien”, explica Modesta Cassinello.
La experiencia se convierte en un momento sensorial y placentero gracias a su aroma y a la sensación de frescor y limpieza que deja en las raíces. La recomendación es aplicarlo una vez a la semana o cada diez días, pero si necesitas más cantidad de lavados puedes combinarlo con un champú suave.
2. Mimarlo mucho. A ello se refiere Cassinello “el cabello fino hay que tratarlo con mimo, ya que suele partirse con facilidad y hay que darle lo que necesita”. Es un cabello que al partirse tan fácilmente puede producir una alopecia por rotura.
3. No renunciar a la aplicación de acondicionador después del lavado por miedo a que el cabello quede apelmazado o se ensucie rápidamente. Puedes aplicar el acondicionador antes del lavado para proteger tu cabello, dejarlo más suave y mantener todo su volumen. Según apunta Cassinello, el acondicionado es un paso esencial en el lavado de cualquier cabello ya que “suaviza y equilibra el pH de la fibra capilar para que esté lo más sellada posible”.
Después del lavado es recomendable utilizar una bruma acondicionadora sin aclarado como H08, que te ofrezca un extra de suavidad, protección y brillo sin apelmazar o restar volumen al cabello . La bruma te ayudará, además, a desenredar y a que el cabello te quede mejor tras el peinado.