La espontaneidad en las fotos de la boda es una de las tendencias más actuales. Las parejas huyen de los posados protocolarios y en algunos casos incluso se plantean descartar las fotos de grupo de su álbum. Lo ideal es darles un aire nuevo.
La naturalidad es tendencia en la fotografía nupcial. Atrás quedaron los posados eternos al pie del altar y a la puerta de la iglesia con la familia al completo del novio y de la novia primero, con los padres y hermanos después, con los tíos y primos, con los abuelos de ambos, con y con.
Las fotos de grupo siguen estando presentes, aunque hay quien incluso se plantea renunciar a ellas, pero conviene darles otro rollo. De ello sabe mucho Carlos Cobo, de Booda Studios, que nos ha explicado su experiencia con este tipo de instantáneas.
La naturalidad, la clave de las nuevas fotos de grupo
«Una boda es un momento perfecto para tener un recuerdo muy especial con los amigos. Con el tiempo nos damos cuenta de lo difícil que es tener a tanta gente querida cerca, y por eso conviene aprovechar el día de la boda para hacer este tipo de fotos -asegura Carlos Cobo-. Te harán recordar el gran día con una sonrisa en la cara que, en definitiva, es lo que importa».
«Nuestra filosofía de trabajo siempre es pasar desapercibidos para poder captar los momentos de la manera más natural posible -explica Carlos Cobo-, pero hay un par de momentos en todas las bodas que conviene destinar a hacer fotos un poco más preparadas y divertidas».
El mejor momento para las fotos de grupo
«Con el fin de que los novios disfruten el máximo tiempo posible en el cóctel que tan minuciosamente han preparado, estas fotos las hacemos cuando quedan unos quince minutos para que finalice. De esta manera conseguimos lo más importante: que el alcohol haga efecto en los invitados y sean capaces de desinhibirse.”
«Tenemos por costumbre preguntar a todas nuestras parejas, un par de semanas antes de la boda, si quieren alguna foto especial con algún grupo de amigos en concreto. A algunos les basta con las fotos de grupo que salen durante el cóctel. Cualquiera que haya ido a una boda sabe que los invitados están deseando sacar sus móviles y fotografiarse con ellos, y ahí es donde estamos nosotros para hacerlas con nuestras cámaras. Bueno, y con los móviles de los invitados en infinitas ocasiones», explica Cobo.
«A nosotros nos gusta diferenciar dos tipos de fotos de grupo: las de la familia, más protocolarias pero no menos importantes y que, de hecho, siguen siendo ser la primeras en acabar en un marco en casa de nuestros padres, y las fotos con los amigos. Estas deben ser más frescas y divertidas.
Todas las parejas quieren recordar su boda como una fiesta, cosa que no se consigue si hacemos las fotos de grupo de los amigos como si fueran equipos de fútbol», añade Cobo.
Fotos tipo que siempre funcionan
«A algunas parejas les gusta tanto alguna de nuestras fotos de grupo cuando les mostramos nuestro trabajo que nos piden hacer la misma en su boda. Las más solicitadas sin duda son estas dos:
«También hay parejas que nos piden hacerse una super foto de grupo con todos los invitados a la boda. Los que vivimos muchas bodas sabemos que eso es casi imposible -explica Carlos Cobo-. Sobre todo en bodas a partir de 80 invitados en adelante, el poder de convocatoria cuando hay buen jamón y cerveza fresquita hace que a los invitados no les interese lo más mínimo apartarse de su «gran amigo» el cortador de jamón. Para estas fotos utilizamos el salón donde se celebra el banquete, un lugar donde sabemos que estarán todos».
Fotos de grupo especiales
«Ni todas las bodas son iguales, ni todas las parejas lo son, ni tampoco todos los invitados. Hay bodas más protocolarias en las que tanto a los novios como a los invitados les cuesta salirse del guión, pero, incluso en estas, los novios quieren tener una foto diferente con su grupo de amigos especial», asegura Cobo.
«Y si no podemos hacérsela con los novios, se la hacemos a los invitados.
Aunque claro está, siempre es mejor hacerla con ellos como protagonistas», añade.
Las fotos de grupo no solo siguen siendo un magnífico recuerdo que ocupa un espacio muy importante del álbum de bodas, además pueden convertirse en algunos de los momentos más divertidos del gran día. ¡No renuncies a ellas!