Miriam Alegría es una de las fotógrafas especializada en bodas con más trayectoria y proyección de nuestro país. Viaja por todo el mundo haciendo de su profesión una forma de ver y vivir la vida. Hablamos con ella sobre su gran pasión.
Su apellido representa lo que ella siente con su profesión y lo que reparte con sus trabajos. Lo de Miriam Alegría es mirar a través de un objetivo de una forma muy personal y captar momentos para que perduren en el tiempo en forma de imágenes. Lleva doce años vinculada al mundo del diseño y en concreto a la fotografía, con la que ha ganado varios premios internacionales. Una profesional que se ha hecho un hueco entre las parejas que se casan. Sus proyectos son cálidos y actuales, la fusión perfecta entre la técnica y la creatividad que acentúan aún más ese estilo tan suyo de hacer fotos. Ella se confiesa como una enganchada a su profesión y al amor y por eso recorre el mundo, junto a su chico, haciendo de su pasión una forma de vida.
¿Qué es lo que más te gusta de fotografiar bodas o parejas?
La parte romántica, conocer la historia de cada pareja y poder estar con ellos en ese momento mágico. Me hace sentir especial. También la responsabilidad de saber que esas fotos serán para toda la vida. Poder cazar momentos únicos para ellos. Y después cuando se emocionan al ver las fotos y el video, o cuando te mandan mensajes tan bonitos que te duele el estómago.
¿Qué es para ti la fotografía?
Mi forma de vida, la fotografía me ha hecho crecer como persona y profesionalmente. Es la herramienta con la que mejor me comunico, una forma de expresión en la que puedes quedarte con lo mejor de cada momento y algo que, de forma mágica, caza historias –a título más íntimo, fue la fotografía, la que hizo que conociera a mi chico, del que sigo muy enamorada–.
¿Por qué decidiste comenzar con el mundo de las bodas y las parejas?
La fotografía me ha gustado desde que me regalaron con 9 años mi primera cámara. Entonces empecé a enfocar mi carrera de diseño gráfico en la fotografía, hasta que un amigo me animó a fotografiar su boda y me emocioné muchísimo. Si a esa mezcla de adrenalina y nervios le sumas que soy muy fan del amor… ¡enganchada completamente! Hasta dedicarme en exclusiva a esto. Ahora viajo por toda Europa haciendo fotos de amor.
¿Cuál es tu forma de trabajar?
Antes de la boda, les paso toda la información por email y después cito a los novios en mi atelier o vía skype conozco su historia, veo el feeling que tenemos, sus inquietudes, etc. Hasta que ambas partes nos «enamoramos» para trabajar juntos: ellos de mis fotos y yo de su historia. Luego en la boda, soy poco invasiva, no me gustan demasiado las poses, prefiero que sean ellos mismos y no cortar en ningún momento la energía tan «chula» del día. Intento ayudar muchísimo a las novias, con temas más allá de la fotografía.
¿Alguna foto que te caracterice y repitas en cada trabajo que sea el sello Miriam Alegría?
Un retrato de la pareja sin mirar a cámara, en plano americano. Es una foto muy cercana e íntima en la que los novios son ellos mismos, muy naturales. Y por eso es de mis favoritas. También mi color, creo que define bastante mi sello, mis fotos suelen tener mucho color, tonos cálidos y románticos.
¿Cómo crees que debe ser el reportaje de fotografías perfecto?
El día de la boda debe ser muy documental, lo dividiría un 70% de momentos, un 20% de fotos de amigos- familia y un 10% de sesión de pareja. Y luego hay fotos imprescindibles: retratos, una foto del vestido de la novia, los detalles y decoración… y ¡por supuesto! todas las personas especiales para los novios.
¿El reportaje de bodas es preferible antes o después de la ceremonia?
Sin duda, me quedo con la postboda. Pdemos viajar a otra ciudad, no hay estrés, pueden arriesgar con mas opciones en el look de novios… ¡Es muy divertido! Y respecto a la preboda, no la recomiendo a no ser que vayan a utilizar las fotos para algo. Creo que «quitarse el miedo al fotógrafo» es un mito. Yo prefiero irme de cañas con ellos para coger confianza.
¿Y de la boda?
Yo apuesto por que el día «B» se lo dediquen en exclusiva a disfrutar y no perder más de diez minutos con el fotógrafo.
¿Qué opinas sobre el first look?
¡Es muy mágico! En las bodas de Europa lo hago muchísimo, es un momento muy íntimo en el sólo está la pareja y nosotros. Pero como buena española, prefiero que se encuentren al final del pasillo de la ceremonia, muchos más nervios y emociones. ¡Me encanta este momento!
¿Alguna anécdota o consejo que quieras compartir con las futuras parejas que decidan casarse y que lean este artículo?
Les diría que miren muy bien al equipo que va a estar con ellos doce horas. No sólo que las fotos sean bonitas, si no el feeling que desprendan. Que sean personas abiertas y dispuestas a ayudarles en todo. Que se integren con los invitados y realmente formen parte de vuestro día.
Visita su web: www.miriamalegria.com