Tras cuatro meses de parón tras la situación provocada por la Covid-19, en Palacio del Negralejo han vuelto a decir ‘sí, quiero’ en una boda totalmente personalizada, emotiva y con todas las medidas de seguridad establecidas.
El pasado 27 de junio los novios, Carlos y Miriam, contrajeron matrimonio en una ceremonia religiosa al atardecer en el mágico bosque de Palacio del Negralejo.
El ‘sí, quiero’ más emotivo
Fue el sacerdote Don Ignacio, amigo de los novios, el encargado de sellar el amor de esta pareja en una ceremonia muy emotiva en la que un coro puso la melodía de su gran momento. Carlos y Miriam estuvieron arropados por todos sus seres queridos: un total de cien invitados entre los que se incluían familiares y amigos. Sin embargo, no todos los invitados de su lista pudieron asistir a su gran día, pero los novios quisieron que, de alguna manera, estuvieran presentes. Para ello, Palacio del Negralejo se encargó de contactar con su proveedor en exclusiva para hacer posible el sueño de Carlos y Miriam y realizar un streaming a fin de que todos sus seres queridos pudieran participar en el día más importante de sus vidas.
No faltó la sesión de fotos de los recién casados en los maravillosos jardines exteriores de Palacio del Negralejo. Mientras tanto, los invitados pudieron disfrutar de una refrescante copa de cava antes de que diera comienzo el cóctel. Siguiendo las medidas sanitarias para garantizar la seguridad de todos los presentes, el equipo de Palacio del Negralejo dispuso las mesas para la posterior cena, también para el cóctel.
Como hemos podido confirmar desde LucíaSeCasa, Palacio del Negralejo, como consecuencia de la evolución de las medidas sanitarias, actualmente ya ofrece los servicios de cóctel y barra libre de pie para todos los clientes de su exclusivo espacio.
Una de las mayores ventajas que ofrece este espacio es que da la posibilidad de personalizar totalmente tanto el cóctel como el menú del banquete ofrecido a los invitados. Tras 4 meses de parón y con 35 años de experiencia en el sector, los fogones de Palacio del Negralejo se volvieron a encender, en este caso, para complacer a los recién casados Carlos y Miriam, con los aperitivos que ellos mismos eligieron (brioche de roastbeef y cebolla caramelizada, pulpo con cremoso de patata y aceite de pimentón, brocheta de langostinos y romesco verde, saquitos de morcilla y compota de manzana…) que sirvieron para abrir el apetito y poder continuar con un magnífico menú, maridado con los vinos de los profesionales gastronómicos de Palacio del Negralejo.
A continuación, Carlos y Miriam realizaron su primer baile como marido y mujer acompañados por las miradas de todos sus invitados. Una vez finalizó este precioso momento, el servicio de copas dio comienzo. Todas las bebidas se sirvieron en las mesas en las que se encontraban los invitados para seguir garantizando las pertinentes medidas de seguridad.
En cuanto a la decoración, Carlos y Miriam se decantaron por una boda sencilla y rústica en la que personalizaron todos los detalles, asesorados por los floristas de Palacio del Negralejo. El resultado estuvo compuesto por unos originales centros para la ceremonia y las mesas de todos los invitados. Además, los candelabros y las velas crearon un ambiente mágico, que sumados a un gran cava y bajo un manto de estrellas, dieron como resultado una atmósfera perfecta para celebrar la nueva etapa que daba comienzo.
Las asesoras de Palacio del Negralejo cuidaron cada detalle convirtiendo el bosque en una capilla de ensueño en la que cada asiento de los allí presentes tenía su correspondiente regalo. Además, las minutas estaban personalizadas con una caricatura de los novios. ‘’Sin duda, si nos volviésemos a casar elegiríamos El Palacio del Negralejo, ya que ha hecho nuestro sueño realidad’’, confiesan los recién casados.
El equipo de profesionales de Palacio del Negralejo acompañó a Carlos y Miriam en todo el proceso de preparación y organización de su boda y, por supuesto, en su gran día. Ha sido el primer ‘sí, quiero’ después de duros meses y, lo que es seguro, es que continuarán celebrando el amor por todo lo alto, con mucha emoción y respetando la seguridad tanto de los novios como de los invitados.