¿Te has comprometido? ¡Enhorabuena! Suponemos que querrás comenzar cuanto antes con la organización y los preparativos. Pero, lo primero es lo primero: la fecha de boda. ¿Quieres que sea especial? ¡Esto es lo que debes tener en cuenta!
La fecha de boda perfecta
“¿Cuándo celebramos la boda?” Esa es la primera pregunta que debes hacerte cuando decides casarte. Antes de lanzarte al vacío y decidir la fecha de boda, debes tener en cuenta algunos aspectos. Por ejemplo, lo primero que debes pensar es que, al menos, necesitarás entre 9 y 11 meses para organizar la boda. Pero, si lo que deseas es que tu día sea en una fecha práctica y personal, debes considerar los siguientes puntos.
Simbolismo. ¿Imaginas casarte el mismo día que conociste a tu pareja, en el aniversario de tus abuelos o en la misma fecha que tus padres? Es posible que no puedas casarte en la fecha exacta porque, por ejemplo, caiga en lunes. Pero, puedes acercarte bastante. Recuerda decirle a tus invitados porqué elegiste ese día. ¡Será un momento muy emotivo!
Temporada. La temporada y el clima no sólo afectan al estilo y el lugar de la boda, sino que también puede ayudar a establecer un estado de ánimo. Es decir, si está nevando fuera, la gente se comportará de forma diferente a si estuviesen a 25 grados. Considera qué personalidad quieres que tenga tu boda y elige la fecha según ella.
Precio. Sin duda, el presupuesto puede afectar a la elección de la fecha. En 2016, diciembre, julio y mayo fueron los meses más repetidos, por lo que sus precios son inevitablemente más altos. Lo días de la semana también son importantes. En este caso, los sábados por la noche son los más caros.
Invitados VIP. Si tienes a alguien imprescindible, debes tener en cuenta su disponibilidad a la hora de elegir la fecha del gran día. Por lo que, seguramente, antes de tomar una decisión definitiva, tendrás que preguntar (al menos) a tus padres, hermanos y damas de honor.
Fechas a evitar. Si no quieres que haya gente que falte a tu boda, debes evitar algunas fechas como, por ejemplo, la temporada de lluvia. ¡A nadie le apetecerá vestirse de gala para acabar empapado! Además, también tienes que tener en cuenta los eventos que nadie se quiere perder como, por ejemplo, los partidos de fútbol importantes.