Se trata de uno de los detalles más importantes de tu gran día, por ello deberías tomar nota con atención sobre estos 5 consejos para conseguir tu vestido de novia sin –demasiadas– preocupaciones.
Elegir un vestido de novia es quizás la tarea más complicada –pero también emocionante– asociada a la planificación de tu boda. La mayoría hemos estado soñando con ese vestido perfecto desde pequeñas, por lo que la presión que sentimos es la de encontrar algo que se adapte a nosotros, y que realmente represente quiénes somos.
Se trata de tu gran día y tu madre, hermanas, primas o amigas te pueden ayudar, pero al principio sentirás que no sabes ni por dónde empezar.
5 consejos para conseguir tu vestido de novia
1. Busca inspiración antes que nada.
No es ninguna tontería ni capricho. Mirar revistas, diferentes catálogos de firmas, buscar en páginas web… Todo ello te servirá de introducción en el mundo de la moda nupcial y sus tendencias. Y por supuesto, te ayudará a saber qué es lo que te gusta y qué es lo que no, a priori.
2. Reserva citas en diferentes firmas.
Hazte un calendario y establece citas en diferentes diseñadores o ateliers en los que probarte vestidos. Así podrás tomar una decisión con mayor tranquilidad y seguridad. No te quedes nunca con el primer vestido que te pruebes en el primer sitio al que vayas. Compara precios, calidad, estilos…
3. Presupuesto fijo VS presupuesto flexible.
Ni uno ni otro. La clave está en establecer un presupuesto estimado según el dinero que tengas para tu vestido de novia y permitirte pasarte o quedarte corta. Pero nunca establezcas un presupuesto totalmente cerrado ni tampoco te dejes llevar por la flexibilidad.
4. Apóyate en tu compañía.
Aunque la decisión debe ser tuya –y solo tuya–, será positivo que alguien te acompañe a dichas pruebas para apoyarte y que te sientas segura de ti misma –por eso hay personas a las que no deberías llevar contigo–.
5. Decide con previsión.
El vestido de novia es una de las primeras decisiones que deberías tomar dentro del proceso de organización de tu boda. No querrás llegar con prisas al altar o que los arreglos de confección no estén a tiempo del gran día.
