Noralba Valderrama Torres es la diseñadora de Navdra, una firma de novia e invitada ultra femenina que destaca por su excelente patronaje y costura, además de por la calidad excepcional de sus textiles.
Cada una de las piezas que salen del atelier de Navdra en Paracuellos del Jarama (Madrid) se realizan de manera artesanal y a medida, con bordados de alta costura que la propia diseñadora confecciona directamente sobre el vestido.
El equipo de Navdra se adapta a los deseos y al estilo de cada una de sus novias. Y si estas no tienen claro el tipo de vestido que buscan, cuentan con el asesoramiento de Noralba o pueden inspirarse en su recién estrenada colección de novia, pura magia. Conocemos un poco mejor a esta maestra de la costura.
¿Desde cuándo te dedicas a la costura?
Aunque mi trayectoria profesional se inició en el año 2000, en paralelo a mis estudios en el Instituto Europeo Di Design de Madrid, no fue hasta 2004 cuando empecé a dedicarme seriamente a la costura. Ese año me fui a trabajar a Bélgica, de la mano de la diseñadora de moda belga Ann Demeulemeester. En 2012 realicé un máster Mba en Dirección y Gestión de Empresas de Moda, en Esden, y creé la marca, que es un conjunto de mi nombre completo. En 2015 tuve el honor de recibir la medalla de oro del Foro Europa.
¿De dónde nace tu pasión por la confección?
Nace desde muy pequeña, en los viajes que realizaba de niña junto a mis padres. Siempre me quedaba viendo los vestidos de mujer de los escaparates. Más adelante, esta pasión creció al lado de mi abuela, que era muy coqueta. Me encantaba acompañarla a visitar a su modista. Solía hacerse la ropa a medida y cuando yo entraba allí, era como si entrara en Disney. Me ponía a sacar los retazos de telas de las cajas y me volvía loca combinando los diferentes colores y tejidos. Tocaba las telas, trataba de adivinar cómo estaban hechas, observaba la trama y la urdimbre… ¡Me fascinaba!
También le revisaba su armario y recuerdo la mayoría de sus vestidos de verano, todos de un blanco impoluto, con encajes preciosos. ¡Qué feliz me ponían esos momentos de mi infancia! También adoraba las Barbies, con esos tejidos de colores. Con nueve años ya sabía que me iba a dedicar a esto. Y, aunque entre una etapa y otra pasaron muchísimas cosas, finalmente lo logré. Ahora llevo más de 10 años cosiendo de manera profesional y estoy encantada.
“La novia debe estar cómoda para lucir una elegancia natural”
¿Por qué elegiste los diseños de novia e invitada?
Me gusta la elegancia en todas sus formas, es una parte de mí desde siempre y dicen que la manifiesto muy naturalmente. Me gusta ver a la gente bien vestida. Creo que uno nace con eso y también influye la educación que se recibe. Por eso soy feliz diseñando para estos momentos tan especiales en los que se busca la máxima elegancia.
Háblanos de tu nueva colección de novia
Para mi ultima colección me he inspirado en el armario de mi abuela. Se me quedaron grabados en la mente su color marrón caoba, su aspecto antiguo y todos los tesoros que ella guardaba dentro, aquellos diseños blancos de algodón con encajes. A mi abuela no le gustaba que le revisaran su armario, pero para mí aquel mueble era un imán y ella hacía una excepción. Era la única de todas las nietas a la que le permitía que lo abriese e investigase. Me consentía mucho y por eso le dedico esta colección.
Se trata de una pequeña cápsula de siete vestidos, la mayoría de ellos realizados en crepé y gasa. En ellos predomina el encaje, que salpica la cola, las mangas, el escote, la cintura o los tirantes de los diferentes modelos. También son importantes los detalles de pedrería.
Además, incluye una capa de raso de inspiración japonesa, muy actual y elegante, complemento perfecto para cualquier época del año.
Todos los diseños son románticos y atemporales, pero siempre actuales y están pensados para inspirar a diferentes estilos de novia. Se realizan de manera absolutamente artesanal, mimando cada detalle desde su diseño hasta el final y a medida para cada clienta.
¿Cuál es tu diseño preferido?
Todos son favoritos, pero en especial uno que es todo de crepe con encajes, bordado sutilmente con perlas color nude y con los tirantes anchos arruchados con encaje en el centro.
¿Cómo es el proceso de trabajo con las novias?
En la primera cita, las novias me plantean el tipo de vestido que quieren. Es un momento muy importante en el que les tomo medidas y que me permite ponerme manos a la obra con el equipo de taller y la patronista. Después de aproximadamente tres meses vuelvo a citar a la novia para la primera prueba y estas se suceden hasta que llega el día en que se lleva el vestido a casa. Se realizan tantas como son necesarias hasta que la novia tiene en sus manos el diseño de sus sueños.
¿Cuál es tu parte preferida del proceso de confección de un vestido de novia?
Cuando me reúno por primera vez para analizar cómo voy a confeccionar un nuevo vestido. En ese momento le agrego o no elementos que sé que le van a encantar a la novia según su personalidad y su cuerpo.
¿Qué puede sobrarle a una novia y qué no le puede faltar?
A una novia le sobran los excesos, cuando lleva mucho de algo, sea de tejido, de maquillaje, de pedrería, de joyas… Hay que buscar el equilibrio. Sin embargo, el diseño puede quedar bien cuando se pone mucho de algo pero únicamente en una parte del vestido. Depende del diseño y del cuerpo de la novia. Todo debe ir como si fuera una melodía, cuando el resultado no es armónico, ya hay un exceso, hay algo que sobra.
Por otra parte, a una novia nunca nunca le puede faltar la comodidad acorde con su personalidad. Deberá ir lo mas cómoda posible, respetando su propio movimiento natural al andar para que luzca y transmita una elegancia sin esfuerzo.
