El eterno debate sobre qué ponerte en una boda sigue sin resolverse. Y no hablamos del dilema de si ir de largo o de corto, sino del verdadero reto: encontrar un vestido que no se quede colgado en el armario tras ese único gran día. Porque seamos honestas: con lo que cuesta asistir a una boda (sí, también como invitada), lo mínimo es que el look te sirva más de una vez.
Entre el regalo, el desplazamiento, la posible noche de hotel… y ese modelito que solo has llevado una vez, el gasto se dispara. ¿Te suena? No estás sola. Lo que muchas nos preguntamos en voz baja —pero deberíamos gritar sin pudor— es: ¿Por qué no apostar por vestidos que podamos llevar también en verano, con sandalias planas y en planes más relajados?
Sí, esos vestidos existen. Y sí, pueden ser elegantes, especiales y versátiles a partes iguales. Esta temporada me propuse encontrar esos diseños todoterreno: vestidos de invitada con el suficiente estilo para una boda, pero tan cómodos y frescos que puedas volver a usarlos en una terraza, un paseo junto al mar o una cena improvisada de verano.
Aquí tienes nuestra selección. Vestidos que suman puntos por cada uso extra que les des. Porque repetir no solo está bien, está de moda.
Este vestido rojo de Zara es ideal para una boda desenfadada y chic y, a su vez, una opción genial para unos cocteles con amigas en una terraza en verano.
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Al igual que el modelo Chicuelo de Lozanía. Puedes ir con un taconazo a una boda de primavera-verano y también puedes ponertelos con unas cuñas o unas sandalias más bajitas para salir a tomar algo.
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¿Y qué me dices de este precioso diseño de Valiere Moreau en este tono tan veraniego? Quedaría ideal con unas sandalias.
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O estas piezas ideales de Massimo Dutti, que lo mismo te sirven para ser una de las invitadas con más personalidad del evento —con un recogido elegante y una selección de accesorios exquisitos— como para ser la reina de la pista de baile un sábado.
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O cualquiera de las piezas de la nueva colección de Bleis Madrid con sus cortes impecables y ese estilo sofisticado pero fresco que funciona igual de bien para un evento especial que para un plan con amigas.
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¿Y qué me dices de estas piezas de Silvia Fernández? Rojo, de manga larga y con ese aire sofisticado que funciona igual de bien para una boda que para una cena especial o un evento de noche. Es de esas piezas que no se quedan en el fondo del armario: lo reutilizas con diferentes accesorios y siempre parece nuevo.
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Así que ya lo sabes: la clave no siempre está en tener mil vestidos, sino en elegir bien uno que puedas llevar mil veces. Cambia los tacones por unas sandalias planas, suelta el recogido y añade unas gafas de sol… y voilà, el look de invitada se transforma en tu uniforme favorito del verano. Porque estilo también es saber reutilizar con gracia.
