Estar soltera no significa que el día de los enamorados sea una fecha depresiva. Celebrar San Valentín sin pareja, además de ser posible, es realmente divertido. ¡Te proponemos algunas ideas!
Norma número 1: no te pongas en contra de San Valentín solo porque estés soltera. Recuerda que el 14 de febrero se hizo para celebrar el amor, y tipos de amor hay muchos. ¿El más importante? El amor propio.
Vale, tienes derecho a detestar los corazones, los bombones y las flores. Son como el turrón y los polvorones en Navidad, ¡están en todas partes! Pero, ¿y si te los regalas a ti misma? O mejor, ¿y si ese dinero lo inviertes en ti o en tus amigas? Hay formas muy divertidas de celebrar San Valentín sin pareja. ¿Algunas ideas? ¡Toma nota!
Cómo celebrar San Valentín sin pareja
Mímate. Como hemos dicho, el amor más importante es el amor propio. Así que, ¡quiérete y mímate un poquito! Ve a un spa, disfruta de un masaje, prueba un corte de pelo nuevo, relájate haciéndote la manicura y la pedicura. Los tratamientos de belleza también disipan el estrés, por lo que estamos seguras de que te vendrá realmente bien.
Date algún capricho. ¿Nuestra filosofía? “¡Una vez al año no hace daño!”. ¿Tenías fichado algún vestido mono? O bien, ¿has estado a tope con el gimnasio y te has olvidado del sabor de un helado? San Valentín es el día perfecto para darte algún caprichito. A veces, romper con la rutina es todo lo que necesitamos para un aumento de confianza y felicidad.
Tómate un descanso. Sí, efectivamente, tienes todo el derecho del mundo a no hacer absolutamente nada. Tírate en el sofá, mira películas que ya has visto 100 veces o simplemente mira al techo. Haz lo que te dé la gana. Pero, date un descanso porque, seguramente, lleves mucho tiempo sin hacerlo… ¡y te lo mereces!
¡Celebra la soltería! El 14 de febrero puede ser el día en el que el amor verdadero toque tu puerta, pero no debes quedarte encerrada esperando a que esto suceda. ¡Abre esa puerta y sal a buscarlo! Llama a una amiga (con el mismo estado civil), ponte tus mejores galas y vete de copas. ¡Que la vida son dos días!
Agradece la amistad. No, no estás sola. Tienes amigos y familia, ¡y su amor es incondicional! Entonces, ¿por qué no celebrarlo con ellos? Por ejemplo, puedes reunir a varias amigas que estéis en la misma situación y organizar una especie de “Amigo Invisible” de San Valentín.