Tener sexo planificado con tu pareja es una solución a los posibles problemas de apetito sexual. Así lo apoyan psicólogos y consejeros del amor. Establecer un calendario os hará más felices a los dos y explicamos porqué.
“El sexo, según he descubierto, no es simplemente una ventaja más de tener pareja: es uno de los pegamentos de la relación“. Así lo explica Kristen Manieri, escritora y editora de Date Night Guide, un sitio web dedicado a ayudar a las parejas.
Y es que, cuando dos personas que se quieren dejan de tener relaciones sexuales, éstas se vuelven vulnerables a una serie de amenazas, como son el desapego emocional, la infidelidad o incluso el divorcio.
Además, tras el matrimonio, la convivencia o los hijos, la vida para ambos cambia y el apetito sexual pasa a un segundo plano. Asumen importancia los momentos de desconexión, la familia o las responsabilidades domésticas… Y ello, según los expertos, es el principal motivo del fracaso entre las parejas.
Sexo planificado
Kristen Manieri no es la única experta que propone el sexo planificado como solución a esta falta de intimidad, apetito sexual o química.También el Doctor Justin Lehmiller, autor del libro ‘The Psychology Human Sexuality’, defiende que hay muchas parejas que tienen diferencias en cuanto a la frecuencia con la que tener relaciones.
El cerebro juega constantemente con ese impulso sexual necesario y a la vez, esa voluntad de frenarlo. Por ello es positivo establecerse un calendario sexual y cumplirlo. Aunque no exista la pasión del “aquí te pillo y aquí te mato”, entran en juego otros elementos no menos interesantes: lencería, erotismo… En palabras de la propia Manieri: “Durante este tiempo hemos aprendido que, aunque el sexo planificado no tiene nada de espontáneo, le podemos añadir un sentido de novedad incorporando nuevas posiciones o algo de lenguaje picante“.
Ventajas
Algunas ventajas de planificar el sexo:
– Reavivar de alguna forma ese apetito sexual.
-Momentos de intimidad buenos para ambos.
-Ilusión, complicidad, amor…
-Compatibilidad con la rutina.
Puede que al principio pueda resultar incómodo programar algo que tendría que surgir de forma espontánea, pero al incluir en vuestras agendas que vais a tener momentos para los dos, recordaréis cuánto os gusta, y esa cita programada se convertirá en preámbulo de excitación.