Ubicado en pleno barrio de Chamberí, su cocina se define como efímera, natural y fresca. Busca ensalzar el producto y su sabor a través de la técnica y la gastronomía de base tradicional. Si a esto le sumas el fantástico espacio que ocupa, íntimo y romántico, tienes una propuesta de 10 para disfrutar en pareja.
Carlos López-Martín y Pedro Aijón vuelcan toda su energía en Araia. Ambos son propietarios de este restaurante madrileño ubicado en el popular barrio de Chamberí, donde puedes disfrutar de una experiencia única y con una bonita historia detrás. Sin salir de la capital, viajarás a Grecia, Georgia, Turquía o Líbano gracias a su cocina de gran inspiración mediterránea y marcada por el manejo de las especias, ideal para celebrar San Valentín.
Su nombre proviene de una antigua isla que descansaba en mitad del mar Mediterráneo. Araia se erigió como el punto unión entre Oriente y Occidente y el espíritu hedonista de sus habitantes hizo que fuera un destino soñado. El ser diferente, el hablar otras lenguas o el compartir otra visión del mundo hicieron que su riqueza cultural creciera como en ningún otro lugar. Sin embargo, un gran terremoto hizo que desapareciera por completo. No solo del mapa, también de la memoria.
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Por ello, López-Martín y Aijón han querido traer de nuevo su esencia a este pequeño rincón de Madrid.
Así es Madrid Araia, la «isla perdida del mediterráneo» ideal para celebrar San Valentín
Carlos López-Martín y Pedro Aijón son los propietarios del local y organizadores de la sala. Este es su primer proyecto único. En los fogones, Artem Berdnykov, que ya ha capitaneado otras cocinas.
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Su cocina tiene una gran inspiración mediterránea y está marcada por el manejo de las especias de países como Grecia, Georgia, Turquía o Líbano. Se trata de tandoori, souvlaki, khimeli sunelli o charaimeh, que combinadas en mezclas sutiles aportan el carácter con el que en Araia quieren contar las raíces de esta isla perdida.
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Entre su carta encontramos platos de cosecha con productos como calabaza asada, col de bruselas o setas. También de la bahía, de la tierra y de la montaña con originales recetas de la cocina popular y mediterránea. Destacan en su bodega 50 referencias de vinos que exploran bodegas desconocidas para el público.
Su espacio, en la calle Murillo, 3, está distribuido en una recoleta planta con capacidad para 37 comensales y la terraza, con vistas a Olavide, para 12 personas. Araia es el oasis perfecto para disfrutar de la mejor gastronomía en pareja.
