Tras 9 años de relación, Leona Lewis y Dennis Jauch se dieron el ‘sí, quiero’ el 27 de julio en la Toscana, en una boda íntima pero muy especial. 180 invitados pudieron disfrutar de una ceremonia ambientada en el siglo XVl.
Esta historia de amor comenzó en 2010 cuando él actuaba como bailarín en la gira The Labyrinth de la propia cantante, Leona Lewis. Beyoncé, Alicia Keys o Pitbull son algunos de los nombres para los que Dennis ha trabajado pero, sin duda, el bailarín solo tiene ojos para la que ya es su mujer.
Leona Lewis y Dennis Jauch ya son marido y mujer
La ceremonia tuvo lugar en una capilla budista. Cuando entró la novia, Ave María sonaba de fondo creando un momento mágico. “Queríamos casarnos en un lugar en el que me sintiera como en casa y es como me hace sentir este sitio” contaba la cantante en una exclusiva a Hello!.
3 fueron los looks que lució la cantante en su boda. En cuanto al vestido nupcial, Leona apostó por un diseño de la firma israelí, Mira Zwillinger. Su diseño era cuerpo de encaje, con finos tirantes y tipo corsé, y una abultada falda de varias capas de tul. Un maravilloso ramo nupcial la acompañaba en tonos pastel. Los 2 restantes un vestido rojizo con cuentas para la recepción y un mono cubierto de adornos de cristal para la fiesta.
Una tatuadora y una drag queen amenizaron la velada de la celebración nupcial. “Estamos preparados. Dennis es la persona más amable y considerada que he conocido. Ha sido mi roca durante mis locos altibajos y en todo lo que me ha tocado vivir” declaró Leona antes de su boda a Hello!.
El momento más emotivo de la boda llegó cuando comenzó una tormenta eléctrica en la celebración y todos se reunieron en la capilla. Los novios sintieron que era el padre de Dennis, que había fallecido recientemente, y pensaron que era su manera de estar presente en el día más feliz de sus vidas. “Fue el día más maravilloso, lleno de amor. Fue muy especial conseguir que todos los que queremos vinieran. Hubo muchas lágrimas” contaba la cantante.
Así ha sido la boda de Leona Lewis en la que se han mezclado Italia, budismo y, sobre todo, mucha magia.