La influencer, hija de un magnate del mundo de los automóviles, ha contraído matrimonio con el agente musical Jacob LaGrone
“La boda del siglo”, así la han calificado los medios de comunicación y no es para menos. La novia, Madelaine Brockway, de 26 años, es hija del magnate Robert “Bob” Brockway, presidente y director ejecutivo de Bill Ussery Motors, empresa de Mercedes-Benz en Florida. La joven se ha casado con Jacob LaGrone en una espectacular ceremonia que se llevó a cabo en el Chateau de Villete, uno de los palacios más reconocidos de París.
Así ha sido “la boda del siglo”
En enlace se ha valorado en 58 millones de euros y como era de esperar, la joven novia ha lucido un vestido digno de un cuento Disney. Un vestido de novia de alta costura hecho a medida y firmado por Dior, bordado con lirios del valle, la flor favorita de la novia. La novia también llevó un velo a juego con el que lució espectacular.
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El lugar de la celebración
Los novios no escatimaron en detalles. Como hemos mencionado, se celebró en el Palacio de Versalles, antigua residencia real construida por el rey Luis XIV y situada a unos 19 km al oeste de París. Las flores decoraron cada rincón del palacio. Predominaron los lirios y las rosas blancas que se combinaron con la iluminación de luces led.
Destacan los majestuosos jardines del palacio, donde se llevó a cabo el banquete bajo unos invernaderos que flanqueaban el pasillo principal. Estos estaban repletos de flores, lámparas de araña gigantes que colgaban del techo y enormes mesas para el banquete. Para la entrada de los novios, un grupo de mujeres tocaron el violín para darle a la celebración un toque único. La fiesta posterior tuvo lugar en un tercero invernadero donde todos los invitados tuvieron la suerte de disfrutar de una actuación de Maroon 5. De hecho, el aire nupcial de los novios fue al ritmo del popular tema de la banda: She Will Be Loved. Pero el lujo no acabó aquí. Al parecer los novios pusieron a disposición de todos sus invitados aviones privados para su llegada a la capital del Sena y cubrieron todos los gastos del alojamiento.
La fiesta preboda
No nos cabe duda de que la boda se celebró por todo lo alto pero no solo ese día fue el especial, también los días previos al enlace. Destacamos una cena de ensayo en la Ópera de París, un almuerzo privado en la Suite Chanel Haute Couture, una noche en el Palacio de Versalles, donde realizaron un recorrido privado y ofrecieron una cena a la luz de las velas, así como una semana de despedida de soltera en Amangiri, un lujoso Resort de Utah, donde celebraron dos fiestas temáticas que coincidieron con la fiesta de Halloween: una de alienígenas y otra inspirada en la época de María Antonieta.
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Y si esto no fue suficiente, los novios visitaron la Torre Eiffel antes de su gran día e hicieron un recorrido nocturno en barco por la ciudad, donde disfrutaron de una velada de lo más romántica.
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Para cada uno de estos acontecimiento, la novia contó con aun chófer, un equipo de peluquería y maquillaje, looks exclusivos y los mejores fotógrafos que se encargaron de captar los momentos más especiales.
