La historia de amor Tom Cruise y Katie Holmes es la de un auténtico flechazo que acabó en boda. Te contamos todos los detalles de su gran día.
Se conocieron en 2005 y, sin embargo, Katie Holmes «ya estaba completamente enamorada de él’’ cuando esto sucedió, según confesaría más adelante la actriz al diario neoyorquino The Times.
Boda Katie Holmes y Tom Cruise
Pero el flechazo no llegó únicamente para atrapar a Holmes. Cruise, por su parte, también confesó que tras su primera cita ‘’ya estaba seguro’’. ‘’En un determinado momento creí que ella me iba a pedir que nos casáramos, así que la corté y cambié de tema. Quería ser yo quien se lo pidiera a ella’’, apunta el actor.
Solo unos meses después de que comenzaran a salir, la pareja se encontraba esperando a su hija Suri. Por esta razón ambos decidieron consolidar su amor pasando por el altar.
Su boda se celebró en noviembre de 2006 en Italia, entre antorchas, estandartes, flores y un gran número de celebrities. El lugar elegido para sellar su amor fue Bracciano, una pequeña localidad italiana bañada por el lago que recibe el mismo nombre. Tres días de celebración precedieron a la boda de Katie Holmes y Tom Cruise en la que todo el pueblo de Bracciano se volcó con la pareja.
La boda comenzó a las seis de la tarde del 18 de noviembre de 2006 y concluyó, como era de esperar, a altas horas de la madrugada. El enlace se ofició por el rito de la Iglesia de la Cienciología, en el interior del castillo con vistas al lago de Bracciano.
Un cinturón de medidas de seguridad rodeó toda la boda de Katie Holmes y Tom Cruise y se encargó de que nada perturbara su gran día y es que la ocasión lo merecía.
Will Smith y su esposa; Brooke Shields y su marido; Jim Carrey; Jennifer López y el que fuera su marido, Marc Anthony; la cantante Kylie Minogue o Victoria Beckham contemplaron el ‘sí, quiero’ de los actores. Sin embargo, de los 250 invitados de la lista final, fuentes cercanas aseguraron que asistieron más bien pocos italianos. Entre ellos, el alcalde de Roma, Walter Veltroni, el modisto Giorgio Armani, que confeccionó los trajes de los novios, la dueña del castillo, María Pace, y el aclamado cantante italiano Andrea Bocelli.
Mientras los invitados contemplaban el ‘sí, quiero’ de los actores, varios centenares de vecinos curiosos y unos 250 periodistas y fotógrafos siguieron el evento desde la plaza exterior del recinto. Sin embargo, lo único que pudieron ver fue la llegada de los invitados en sus lujosos coches. La rentabilidad la hallaron los propietarios de balcones cercanos al recinto ya que, desde ellos, sí se podía ver lo que estaba sucediendo en el interior del castillo. Por esta razón, los balcones fueron alquilados hasta por 2.500 euros, al igual que el feterreto de Bracciano, que vendió todas las escaleras que tenía a los fotógrafos para que pudieran capturar todas las imágenes.
Katie Holmes dio el ‘sí, quiero’ vestida con un diseño creado especialmente para ella de Armani. Un modelo muy romántico de seda, sin manga y en color marfil con encajes venecianos y bordado con cristales de Swarovski. Un gran velo a capas se deslizaba a lo largo de todo el vestido.
Por su parte, Tom Cruise lució un esmoquin azul marino también diseñado por Giorgio Armani. Si los actores siguieron al pie de la letra los ritos de la Iglesia de la Cienciología, el actor entregaría a Katie una sartén, un peine y tal vez un gato.
Los hijos de Tom Cruise fueron los segundos grandes protagonistas de la boda. Isabella y Connor, los niños que el actor había adoptado junto a Nicole Kidman en su anterior matrimonio, compartieron con su pequeña hermana Suri los momentos más emotivos de este día.
Los recién casados no querían que los medios filtraran ningún detalle de la boda. Tanto es así, que el actor amenazó a las televisiones italianas con denunciarlas hasta con medio millón de euros en caso de filtraciones. Se estima que la ceremonia completa costó cerca de 2,5 millones de euros.
Sin embargo, en el año 2012 y tras 6 años de matrimonio, Katie Holmes pidió el divorcio a Tom Cruise. La actriz alegó ‘diferencias irreconciliables’ y solicitó la custodia de Suri. Para sorpresa de todos, la actriz confesó que el motivo fundamental para tomar esta decisión fue la obsesión desmesurada que mostraba su marido por la Cienciología, la religión que practica la Iglesia a través de la que se casaron. Al parecer, Tom Cruise pretendía que Suri se uniera a una rama de esta Iglesia en la que los niños son enviados, sin sus progenitores, a sumergirse en las creencias con un disciplina parecida a la militar.
De esta manera, el que fuera el soltero más codiciado de Hollywood volvió a serlo. Mientras tanto, Katie Holmes recibía una compensación anual de 400.000 dólares por la manutención de su hija Suri. Más adelante la actriz volvería a confiar en el amor y se casaría con Jamie Foxx, de quien se separó el año pasado, pero esa es otra historia.