Tatiana y Sandro se casaron el 14 de septiembre de 2019. Una boda especial con el “sí, quiero” más mágico. Te contamos cómo fue su gran día.
Dicen que los polos opuestos se atraen y Tatiana y Sandro son el ejemplo perfecto de ello: un amor imposible que pasó a ser improbable para terminar siendo perfecto. “Toda nuestra historia parece la típica película romántica de Hollywood, pero con un gran toque de ‘Resacón en Las Vegas'”, bromean los novios.
Se conocieron en el trabajo hace como 10 años. Él, un Peter Pan muy fiestero, totalmente alocado y tatuado de la cabeza a los pies. Ella, una incansable viajera, soñadora empedernida, amante del arte y de todo lo estrambótico. Dos almas totalmente diferentes a simple vista, pero que guardaban un gran elemento en común: el amor por las cosas difíciles y el saber querer, pero no de cualquier manera, “querer bien”.
“Pasaron unos 6 años, varias parejas, viajes, trabajos, carreras universitarias, mudanzas, para darnos cuenta de que éramos el combo perfecto”. Y no, no fue amor a primera vista, pero sí amistad a primera vista lo que sintieron nuestros protagonistas. Y así, de un día para otro, con una pedida de mano de lo más sencilla en la cama y en pijama, y con un anillo de Tiffany & Co, nuestros novios llegaron al altar.
Tatiana y Sandro: los novios
- Vestido de novia
Tatiana diseñó su propio vestido de novia y fue realizado por su modista de confianza, de toda la vida.
Tiene varias piezas: la base es un mono de encaje que recuerda al que utilizó su abuela materna en su vestido de novia, con botones de perlas. Luego, una falda de tul de varias capas abierta por delante y decorada con flores joya color oro rosa, las mismas que tenía en el tocado, y que representaban a los seres queridos más cercanos de Tatiana.
Para la ceremonia, además, le añadió una sobrefalda de mikado de cola catedral, también con el detalle de la abertura delantera.
Unas monjas benedictinas de un pueblo cercano al que viven bordaron una frase en color azul: “Siempre fuiste tú”. La elección de las monjas para que bordaran el vestido se debió a que la abuela de Tatiana es muy religiosa y quería llevar algo que su ‘abu’ adorara.
Por último, Tatiana quiso ser una novia velada, por eso llevó un velo con el mismo encaje del vestido.
- Complementos
En cuanto a los complementos, el tocado tenía dos piezas que se complementaban. Lo realizó La Novia Vintage.
Durante la ceremonia, Tatiana llevó una tiara de flores blanca y de oro rosa, con perlas y piedras grises. Durante la cena añadió una segunda parte con varias piezas de oro rosa con 4 estrellas.
Las centrales en honor a sus abuelos fallecidos y las laterales a sus abuelas.
- Joyas
En cuanto a las joyas, Tatiana no llevó nada que llamase mucho la atención. Simplemente lució lo que suele llevar a diario y que tiene mucho valor sentimental para ella: cuatro pendientes de perlas, un regalo de su suegra y un pequeño diamante, un ear cuff de oro rosa y diamantes en forma de estrellas. Su anillo de pedida, un solitario de su madre, otro anillo regalo de su abuela y otro anillo con la constelación de Sandro.
Las alianzas se realizaron con el oro de varias joyas de un gran valor sentimental para ambos, con la idea de fundirlas y así realizar unas alianzas que tendrían doble importancia. Se hicieron en oro blanco y rodio y en su exterior se podía leer una frase: “Eternamente mío” en la alianza de Tatiana y “Eternamente mía” en la alianza de Sandro. Dentro de ambas se podía leer “Eternamente nostri”, en italiano, frases de una carta a su “amada inmortal” de Beethoven.
- Las flores
Tanto el ramo de flores de Tatiana como toda la decoración floral, fue obra de Mari Florista, de Nerja. Las plantas principales fueron la protea y el plumero de la pampa.
La decoración floral de cada mesa dependía del nombre de la misma, es decir, la boda estaba inspirada en los viajes, y cada mesa tenía el nombre de una de las ciudades que habían visitado los novios.
Cada centro de mesa se decoró con plantas, flores y elementos típicos de dicha ciudad.
- Los zapatos
Tatiana lució unas sandalias en blanco y oro rosa con alas de Sophia Webster, un regalo que le hicieron sus mejores amigas. Los segundos zapatos fueron unas Converse personalizadas. No solo las lució Tatiana, Sandro también lució unas Converse para mayor comodidad durante la celebración del enlace.
- Maquillaje y peinado
Tatiana optó por un peinado realizado por Erica Villegas Estilistas, su peluquera de confianza. En un principio la idea era realizar un peinado desenfadado, algo sencillo, con la intención de poder dejar el pelo suelto en un segundo momento.
Pero como el día anterior a la boda hubo una gran tormenta, la lluvia dejó humedad y calor, y al final tuvieron que improvisar y cambiar la idea por un moño bajo. “Aunque no era mi peinado favorito, en ese momento todo me parecía bien. Estaba tan feliz que todo me daba igual”, cuenta Tatiana.
Para el maquillaje tampoco se utilizaron colores llamativos. Sombras tierras y labios muy naturales, un make up realizado por el Centro Estética Charo, de Nerja.
- El novio
Sandro eligió un chaqué de dos colores: la chaqueta era de cuadros azul y el chaleco y el pantalón grises, de Emblems Novio Pride & Glory.
La corbata reflejaba totalmente la personalidad de Sandro, muy colorida y alegre. Destacaba por ser un elemento rompedor y aportar personalidad y distinción al conjunto. Tanto este complemento, como los zapatos eran de la misma firma.
En cuanto a los gemelos, tenían forma de brújula. Estaban relacionados con la temática de la boda y los calcetines los llevó personalizados, igual que los testigos del enlace.
Por último, el reloj: “para seguir con la tradición de mi familia, tal y como mi madre hizo con mi padre, le regalé un reloj el mismo día de la boda. Mi suegro le regaló otro de bolsillo, de herencia familiar, que en un pasado perteneció a la familia Larios de Málaga”
- La madrina y la madre de la novia
El vestido de la madrina era de Matilde Cano, en color champán y con flecos al final del mismo. Lo combinó con un tocado de redecilla del mismo tono.
La madre de la novia vistió un conjunto de dos piezas: un pantalón palazzo con tiras blancas y negras sobrepuestas, y una blusa de encaje con mangas que seguían la misma tendencia que el pantalón. Un look de Sonia Peña.
Tatiana también ha querido hacer mención a su padre, que lució un maravilloso y elegante esmoquin con pajarita. Todo de Armani.
Ceremonia y celebración
Tanto la ceremonia como la celebración tuvieron lugar en la finca Jardines del Trapiche, en Velez-Málada. Tatiana y Sandro se casaron el 14 de septiembre de 2019 y todo se realizó en el exterior. El día anterior al enlace hubo tormenta de verano, una tormenta que parecía que no iba a parar nunca.
“Esto hizo que mis amigas me contaran la historia de los huevos de Santa Clara, cuya tradición marca que las parejas deben ofrecer a Santa Clara una docena de huevos, a través de algún monasterio, capilla, o alguna figura, para asegurar que el día de la boda haga buen tiempo. A pesar de que no somos una pareja religiosa, y aun menos supersticiosa, el día antes de nuestra boda fuimos en busca de alguna figura de Santa Clara. Tras horas y horas de búsqueda, cuando estábamos a punto de rendirnos, preguntamos a una mujer que paseaba por la calle, y al comentarle nuestra historia, esa señora nos llevó a su casa. Al abrir una habitación nos encontramos con un pequeño “santuario” a Santa Clara y me dijo estas palabras: ‘tranquila, que mañana será un día estupendo. Tienes varios ángeles allí arriba moviendo los hilos’. Y creo que se refería a mis dos abuelos que fallecieron unos meses antes. Y bueno, sea lo sea lo que ocurrió ese viernes 13, siempre quedará grabado para mí. Al día siguiente amaneció un día simplemente espectacular, despejado y soleado. No había rastro alguno de la tormenta que hubo el día anterior y que tanto nos preocupaba. Así comenzó nuestra boda”.
Después de los preparativos de los novios llegó el momento. La boda la ofició un querido profesor de la novia. El novio llegó en su moto y fue hacia el altar con la madrina, madre de Sandro. Juntos esperaron a la novia. Todos estaban impacientes. Tatiana recorrió el pasillo al altar acompañada de sus dos ahijadas y con su padre del brazo, mientras sonaba “You are the reason”, interpretada por un grupo en directo.
Según nos cuenta la novia, “fue una ceremonia muy especial”.
“Todos nuestros seres queridos lloraron y rieron junto a nosotros. Era imposible no tener las emociones a flor de piel tras escuchar los palabras de nuestros amigos, y sobre todo la carta que nos dedicó mi madre, de Frida Kahlo, mi artista favorita. Tras la ceremonia de la arena, leímos nuestros votos y nos intercambiamos las alianzas”.
- La celebración
La boda de Tatiana y Sandro fue el reflejo total del amor que sienten el uno por el otro y de sus personalidades. Fue una mezcla de tradiciones italianas, país natal de Tatiana, y españolas. “Más que una boda fue una bomba de emociones, sorpresas y mucha fiesta”.
La entrada al cóctel fue con la canción de “Moves like Jagger”, de Maroon 5, cantante favorito de Tatiana. Fue interpretada por el mismo grupo que tocó en la ceremonia. “Todos los invitados bailaban como si no hubiese un mañana, se notaba que la fiesta había empezado a lo grande”.
El cóctel duró una hora y media, con numerosos food corners de embutidos, quesos, pescado, pasta, comida típica italiana y española, ya que nuestros invitados eran de ambas nacionalidades, y una barra de vinos tanto italianos como españoles.
Después del cóctel, los invitados consultaron el seating plan. Este consistía en una estructura de bambú con varias cuerdas con mapas en los cuales estaba escrito el nombre de una ciudad y los nombres de los invitados. Los novios situaron junto al seating una mesa con pequeñas maletas que contenían peladillas italianas: “Coge tu maleta y vuela a tu destino”, y así es como los invitados entraron a la cena.
La entrada a la cena fue realmente explosiva: les acompañó la canción “Realod” de Sebastian Ingrosso & Tommy Trash, ya que la despedida de soltero de Sandro fue en Tomorrowland. La interpretó el gran violinista a nivel internacional, Julio Cuba, y los novios entraron con fuentes de fuego frío y bengalas de humo. Durante toda la cena hubo múltiples sorpresas, como la entrega del ramo, la entrega de varios regalos y numerosas actuaciones de Julio Cuba.
Para terminar con la cena se les entregó a cada uno de los invitados un globo banco. En ellos tenían que escribir un deseo para luego soltarlos todos juntos con la canción de Alphaville, ‘Forever Young Remix’, interpretada por el violinista.
“En este precioso momento comenzaron los fuego artificiales y así es como abrimos la barra libre. No hubo ningún baile tradicional de marido y mujer, ya que el momento que iniciaron los fuegos empezó a sonar música de Tomorrowland acompañada de confetis, buganvilla y fuentes de fuego frío. Preferimos cambiar ese baile de novio/novia tradicional, por bailar todos juntos y fue realmente genial”.
A las cuatro de la mañana llegó la recena: hamburguesas, patatas, alitas de pollo, nuggets, fingers de queso… Todo del Burger King, para reponer fuerzas después de tantos y tantos bailes. Eso sí, antes de abandonar la boda, cerca de la salida se dispuso una mesa con Kits Anti resaca personalizados. Incluían pastillas de Mr. Wonderful, bombones de chocolate, gominolas, un sobre de chocolate caliente, chicles, té y piruletas. Elementos esenciales para la recuperación de los invitados.
- Invitaciones y regalos para las invitadas
Las invitaciones se realizaron a modo de pasaporte, cerradas por un hilo de yute y un avión de madera con los nombres de nuestros novios grabados.
En cuanto a los regalos para los invitados, nuestros novios apostaron por una empresa malagueña que se dedica a hacer cerveza artesanal. En las botellas pusieron fotos de la preboda.
“También decidimos dar un detalle a nuestros padres: unas copas de vino con frases significativas pintadas a mano. A nuestro oficiante de ceremonia le regalamos un kit de gin tonic, su bebida favorita, también con una copa pintada a mano. A nuestras abuelas ramos de flores, y a todas mis amigas más cercanas les entregué un cuadro con una mini réplica de mi ramo de novia con una frase emotiva. Mi ramo se dividía en dos y se lo regalé a mis dos mejores amigas”.
- El momento más emotivo
Hubo varios momentos emotivos para nuestros novios: la entrada a la iglesia y el verse por primera vez el uno al otro vestidos de novios, reunir a toda la familia… “Ese día fue una bomba de emociones”.
- Invitada o invitadas más elegantes
Es complicado elegir, pero Tatiana destaca a tres de sus mejores amigas: Macarena, Marina y Davinia.
Tatiana también destaca a su abuela, quien lucía espectacular y a su hermano mediano, Federico, que lució un traje de cuadros burdeos. Un traje muy atrevido que lucieron juntos y que le sentaba de maravilla.
- Fotógrafo
“El fotógrafo fue Nicola Capilli, un artista total. En cuanto lo conocimos nos pareció una persona genial, y por ello optamos por él sin conocer a nadie más. Además, al igual que yo, es italiano de origen, pero vive en Málaga, y esa coincidencia nos pareció muy curiosa. Sin pensarlo ni un minuto más le elegimos a él para plasmar nuestra aventura, tanto en la preboda, boda y postboda (aunque esta última sesión de fotos, aún no hemos podido realizarla debido al COVID-19)”.
- Wedding planners
La organización total de la boda fue obra de Desmadre Events. El equipo se encargó de absolutamente todo y, sin duda, fue un éxito rotundo. En la boda de Tatiana y Sandro no faltó detalle.
- Reposteros
Toda la repostería fue realizada por Mi Dulce Taller donde, además de tener un aspecto alucinante, todo tiene un sabor riquísimo, nos explican los novios.
- Luna de miel
La luna de miel de Tatiana y Sandro fue todo un sueño. Duró 40 días y empezó en París, un regalo de la madre de Tatiana. Luego pasaron unos días en Roma, donde organizaron una pequeña celebración con la familia que no pudo asistir al enlace. Después volaron a Camboya y por último recorrieron Vietnam, de norte a sur. Acabaron el recorrido en la isla de Phu Quoc, donde pasaron unos días de de mucho relax después del viaje tan movidito. ¡Envidia sana por esta súper luna de miel!
¡Esperamos que sean muy felices!
