Paula y Rubén se dieron el “sí, quiero” en una boda llena de detalles. Planearon todo al milímetro logrando un día especial, emotivo y divertido.
Paula y Rubén se conocieron en la Universidad, cuando ambos estudiaban enfermería. Empezaron su relación en el tercer curso y 10 años después, el 17 de junio de 2017, se dieron el “sí, quiero”.
El 12 de septiembre de 2015, durante un viaje a Ibiza, tras una cena en la playa, Rubén se arrodilló y pidió a Paula que se casara con él. Después, la llevó a pasar los últimos días de vacaciones al precioso hotel Ca Na Xica. Una pedida espectacular que terminó con una boda más bonita aún.
El vestido de la novia
Paula tuvo problemas para encontrar su vestido. No se identificaba con las firmas clásicas y, además, tenía una idea muy clara de cómo quería que fuese su vestido de novia. “No lo dudé y me puse en manos de Alicia Rueda. La sigo desde hace tiempo y solo puedo recomendar a todo el mundo que se haga el vestido con ella. Es tremendamente sensible, paciente y consigue quitarte todas las inseguridades”.
Iván, de Puertochic, fue el encargado de peinar a la novia. Recogió su cabello en un moño bajo que completó con una corona de flores de colores de Touquet, el gran protagonista del look. Además, lo completó con un velo rosa de Alicia Rueda.
Para el maquillaje confió en Noelia, de Hair Company. Se decantó por un look beauty muy natural sobre el que destacaban sus ojos. Además, se decidió por el perfume Miss Dios Absolutely Blooming, “me gusta asociar olores a momentos importantes de mi vida”.
Terminó su look de novia con unos zapatos de Stradivarius. Nada más verlos supo que eran ideales para ella. Unos pendientes en forma de flor, de la joyería Matra, regalo de la madre del novio y una alianza blanca con brillantes, de la misma joyería y regalo de su hermana. La pareja grabó la frase “como hoy, siempre” en sus alianzas. El ramo de novia, de Pando Floristas, llevaba proteas, flor que estuvo presente en la decoración de la boda.
El look del novio
Rubén también tenía una idea muy clara: huía del “look de novio”. Solo quería un traje con el que se sintiese cómodo por lo que se decantó por la tienda Golf. Traje azul marino, camisa y gemelos de Hugo Boss y corbata de lunares de Scalpers. Además, lució un prendido a juego con el ramo de la novia, al igual que el padrino.
Ceremonia y celebración
“Los dos teníamos claro que no queríamos una boda totalmente clásica, habíamos ido a varias y nos parecían “aburridas”. Las cenas eran interminables y nos daba la sensación de que los novios no disfrutaban”. Por eso, eligieron la finca Los Guardeses de Solares, en Cantabria. De esta forma, pudieron celebrar todo en el mismo lugar para disfrutar más aún de la boda.
Para la ceremonia religiosa, contaron con el grupo flamenco Duende Del Sur. A la entrada de la novia cantaron “Por ella”, “Tu serás mi amanecer” tras el rito del matrimonio y una canción dedicada a sus abuelas fallecidas, que fue el momento más emotivo de su gran día. Así, a pesar de tratarse de una ceremonia religiosa, huyeron de la música eclesiástica logrando un “sí, quiero” más personal y emotivo.
Para la celebración también contaron con Duende Del Sur, que amenizó el cóctel con canciones de Pablo Alborán y Alejandro Sanz. Para el aperitivo pusieron estaciones de quesos, sushi, fideua, croquetas, jamón, brochetas, etc. Después, una cena compuesta por timbal de bogavante, solomillo con foie y pastel de queso cántabro. Durante el baile dispusieron una mesa de dulces con tartas artesanas, muffins, cookies y fresas con chocolate de C’es la vie. De recena sirvieron queso, jamón y pulgitas de bonito con mahonesa.
Como reservaron todas las habitaciones de la finca para la pareja, familia y amigos, al día siguiente quedaron a las 12 de la mañana para desayunar todos juntos en la terraza de la finca.
Decoración y detalles
Paula y Rubén no contaron con ninguna wedding planner, se encargaron ellos de todo. Para decorar la finca se decidieron por incluir detalles en tonos rosas y malvas. A pesar de no tener una temática establecida consiguieron así que todo tuviese una coherencia. Decoraron el espacio con varios rincones: seating plan, una bicicleta, la entrada a la iglesia, etc. Todo estaba lleno con flores, de Sel de Flores.
“Queríamos una boda emotiva, romántica y personal pero también divertida. De ahí el grupo de música, la finca y que no hiciésemos reportaje de fotos. El fotógrafo fue Fernando Baños y el videógrafo Miguel Eguiraun de Recuerdos de Cine, quienes retrataron su día tal y como fue, sin necesidad de que los novios posasen para la cámara.
Además, pusieron un photocall con forma de Harley Davidson con atrezzo, chapas, cámara instantánea y un libro de firmas personalizado.
Luna de miel
Tras la boda la pareja viajó hasta Japón y Dubai y, en septiembre visitaron Nueva York, Las Vegas, El Gran Cañón e Ibiza.