Se conocieron en Madrid y, aunque ninguno es de la capital, el amor acabó surgiendo entre ellos y ahora viven juntos allí. La boda se celebró el pasado mes de marzo
Paola y Javier se conocieron en Madrid, aunque ninguno es de la capital. Nuestra novia de hoy es de Barcelona y Javier, de Murcia. Los dos acabaron en Madrid por trabajo y ahora viven junto ahí. Se conocieron en diciembre de 2021, justo antes de la Navidad, una semana antes de que cada uno se fuera a su casa para celebrar las fiestas con los suyos. Aún así, mantuvieron el contacto casi diario y a la vuelta a Madrid, a finales de enero de 2022, comenzó todo.
Fue en mayo de 2023, tan solo un año y medio después, cuando Javi pidió la mano a Paola, en el Parador del Mar Menor. En la cabeza de la novia, la pareja iba a disfrutar de un precioso atardecer pero este día acabo siendo uno de los más mágicos para los dos y también uno de los días más lluviosos del año.
Al día siguiente lo celebraron yendo a dar un paseo y comiendo delante de una de las playas del Parque Natural de Calblanque. Ahí fue donde llamaron a todos sus seres queridos y amigos más cercanos para avisarles de la gran noticia que sucedería el 2 de marzo de 2024.
Paola y Javier: los novios
- El vestido y los complementos
Aunque ahora Paola se dedica a algo totalmente distinto, su carrera profesional empezó en el sector de eventos/decoración y algunas bodas, por lo que iba cargada de inspiración pero a la vez, sin nada claro. Lo que sí sabía es que quería sentirse ella misma y cómoda para disfrutar del gran día por todo lo alto. También tenía claro que quería un vestido con buena caída, sin ser recargado y de manga larga. No le hizo falta más de dos visitas a distintos ateliers para decantarse con el definitivo: Escuer Atelier.
«Juan captó desde el principio, y sin contarle mucho, mi estilo, lo que buscaba y, sobre todo, lo que más me favorecería», explica la novia. «Empezó siendo un vestido con cola larguísima, casi 2 metros. En una de las últimas pruebas decidimos sacar cola y añadir sobre cola para lucirla en la iglesia y luego poder disfrutar de la caída del vestido sin tener que atar la cola por detrás»
Otra cosa que Paola tenía clarísima era que quería velo. Nuestra novia quería un velo con mucho cuerpo, mucho volumen y presencia. «Siempre me había imaginado con él», nos confiesa.
- Las joyas
Paola llevó en la iglesia unos pendientes que el novio le regaló en Navidad de M de Paulet. Al llevar un look tan sencillo, quiso darle un toque con algún pendiente que tuviera presencia y algo de caída y esos no pudieron ser más perfectos para la ocasión.
Antes de entrar en la comida, cuando ya no llevaba velo ni cola, Paola decidió subir un poco el look cambiando los pendientes por unos aritos de brillantes que le regalaron sus suegros con un chocker de abalorios que era ideal, con el que se casó su tía hace ya más de 20 años con un look total de Tothom.
- Las flores
Los novios no podían decidirse. Era Marzo pero en Murcia parecía primavera. «No podía poner algo muy colorido porque todavía no era ni verano, ni siquiera primavera, pero tampoco algo muy invernal porque ya no tocaba. Decidí jugar, de la mano de Emy Floristas, con mis flores y mis hojas favoritas: hortensias y hoja de magnolio. Todo en tonos verdes y blancos en la linea de la decoración del resto de la boda», explica Paola.
En cuanto al ramo, Paola quería peonías, lo tenía claro desde el minuto 0 pero, aconsejada por el equipo de Emy Floristas, decidió cambiarlo por rosas Austin, una flor que se le puede parecer bastante ya que no era época de peonía y estaban muy cerradas, con lo que no hubieran lucido.
Como la novia no lo quería todo blanco, quería darle un punto más salvaje a atrevido añadiendo hoja de magnolio, todo iba en armonía con la deco.
- Los zapatos
Aprovechando que salían de invierno pero todavía no era primavera, escogió un zapato de terciopelo, un regalo de su mejor amiga, que escogieron juntas en color verde oliva. Un diseño de Flor de Asoka.
- Maquillaje y peinado
Nos encantan las novias naturales. Paola apostó por un maquillaje sencillo del que se encargó Cristina del Toro.
En cuanto al peinado, moño bajo con raya en medio de AnnieVldal novias.
- El novio
El novio lució un chaqué e iba guapísimo, de la firma Old Jeffrey. Lo combinó con un chaleco en beige y corbata granate estampada.
La ceremonia y la celebración
La primera duda que les surgió a nuestros novios cuando se comprometieron fue: ¿Barcelona o Murcia? Se decantaron por Murcia por el tiempo, ya que sabían que ahí tenían muchas posibilidades de disfrutar de un diazo soleado a principios de marzo y no se equivocaron. «Ese mismo día en Madrid estaba nevando», se sorprende nuestra novia.
La ceremonia se llevó a cabo en El Santuario de Nuestra Señora la Fuensanta. Una vez escogido Murcia, para la iglesia no hubo discusión ni debate. En esa iglesia se celebró la boda de los padres del novio, un altar con vistas a todo Murcia y donde se casará también la hermana de Javier el próximo mes de septiembre.
«Es un sitio idílico. Con Javi todos los meses antes de la boda que bajábamos a Murcia, no había vez que no subiéramos a verla. Nos quedábamos embobados imaginándonos el momento», cuenta la novia.
Tras la ceremonia religiosa, llegó la celebración, que se organizó en el Parque de la Marquesa, Archena-Murcia.
- Invitaciones y regalo para las invitadas
Para las invitaciones confiaron en el buen hacer de Neira Paint and Paper. Como detalles, una botellita de aceite personalizada de la finca de los padres del novio, en Mula.
«Sabíamos que queríamos regalar algo a los invitados pero no queríamos regalar algo por regalar, queríamos algo que hablara de nosotros o, al menos, de uno de los dos. Los padres de Javi tienen una finca preciosa en el campo, donde tienen varios olivos y producen aceite para uso personal así que decidimos customizar unas botellitas con el nombre de la finca y nuestro escudo».
Los novios también dejaron una dedicatoria personal a cada uno de los invitados.
- El momento más emotivo
Para Paola, uno de los momentos más emotivos llegó cuando se cambió y arregló con su abuela. «Aunque estaba muy nerviosa en esos momentos, era muy consciente de lo afortunada que era de poder vivir esos momentos con mi abuela, así que los disfruté al máximo».
Durante los preparativos, Paola vistió una bata preciosa que le regaló su mejor amiga Laia de Seren Collection.
Otro momento precioso fue la entrega del ramo por parte del padrino de la boda. Nos explica la novia que, en Cataluña hay una tradición preciosa que es que el padrino de boda, que es el novio quien decide quién es sin que la novia lo sepa, el día de la boda le regala el ramo y le lee un discurso en su casa. «A media mañana, mientras me acababa de arreglar vino Jorge, el hermano de Javi de sorpresa, y me leyó unas palabras preciosas que nos emocionaron a todos».
La salida de la iglesia también fue de lo más emocionante. El Santuario donde se dieron el «sí, quiero» está en lo más alto de Murcia. «Salir de la iglesia y ver a todos nuestros seres queridos con esas caras de felicidad y además, ver todo Murcia de fondo con un día radiante… Ese cojunto nos emocionó muchísimo a los dos».
Las madres tenían que tener igual o más protagonismo que ellos, así que, decidieron regalar un ramo a cada una de ella, incluida la abuela de Paola, con la canción Mama Mía de fondo. Un momento lleno de bailes y lágrimas de emoción.
- Invitada o invitadas más elegantes
Todas las invitadas asistieron guapísimas para la ocasión.
Destacamos a la hermana del novio, Marta, que lució un vestido de Vanó Studio acompañado de un tocado de Abre Vilma.
También la mejor amiga de Paola, que fue testigo y la encargada de poner los zapatos a la novia: Laia, con vestido de Aware Barcelona.
- Fotógrafo
La Kuriosa Fotografía fue el equipo encargado de captar los mejores momentos de este gran día.
- Wedding planners
Para la organización del enlace, los novios contaron con la ayuda de María Monllor.
- Reposteros
Todo el catering que se ofreció durante la boda fue de la mano del Parque de la Marquesa.
- Luna de miel
Tras un día lleno de magia y amor, los novios disfrutaron de unos días de desconexión en una luna de miel que se llevó a cabo entre Sudáfrica, Zimbabue, Botswana y Mauricio. ¿Qué más se puede pedir?