Anel y Judith se casaron en Eslovenia el pasado 22 de junio de 2024. La suya fue una celebración romántica y elegante y con las flores como grandes protagonistas, al más puro estilo de Los Bridgerton. ¡Pura inspiración para tu gran día!
«Nos conocimos en Madrid en 2019, en un viaje de Anel para visitar a unos amigos que vivían allí. Estuvimos saliendo en una relación a distancia, hasta que el covid me dejó atrapada en Ljubljana, Eslovenia, durante 3 meses», explica Judith. «En ese momento decidimos que me mudaría a Eslovenia y viviríamos juntos. Nos fuimos el verano pasado de vacaciones a Escocia y allí, en mi castillo favorito en la Isla de Skye, me pidió matrimonio». Un año después, Anel y Judith se dieron el «Sí, quiero» rodeados de sus seres queridos en el país que ha sido testigo de su historia de amor. En su romántica celebración las flores tuvieron una enorme importancia. Un equipo de floristas español, La Flor del Almendro y Mipimientanegra se desplazó hasta Eslovenia para dar vida a este sueño.
El vestido de novia y los complementos
En su gran día, Judith lució un vestido confeccionado a medida de Alejandra Svarc.
«Cuando imaginaba mi boda, siempre había un elemento que destacaba en mis pensamientos: el vestido de novia. Quería que fuera una pieza única, que reflejara mi personalidad y mis sueños», explica la novia.
«Así fue como encontré a Alejandra Svac en instagram. Todos sus vestidos me parecían super especiales, delicados y románticos. Además, convirtió, mejorándolas, por supuesto, mis ideas en una auténtica obra de arte».
«Aunque tenía algunas nociones de cómo me gustaría que fuera mi vestido, fue en las manos de Alejandra donde realmente cobró vida. Cada detalle, cada puntada, fue cuidadosamente pensada y ejecutada, resultando un vestido que superó todas mis expectativas. Con él me sentía realmente yo y a mi familia le encantó, ya que también estuvieron en cada prueba aconsejándome y guiándome».
«Desde el principio, quise honrar la memoria de mi abuela, una de las personas más importantes de mi vida, a quien más me parezco en carácter y la que me transmitió los valores que más influyen en mí. Y, por supuesto, también quise tener el recuerdo de mi madre, la perdona más valiente y luchadora, que siempre me ha apoyado en cada momento de mi vida y que lo es todo para mí».
«En definitiva, dos mujeres que han sido pilares en mi vida, mis dos margaritas. Decidí incluir el bordado de dos margaritas en mi vestido como un homenaje a ellas, para sentir su presencia y su amor en ese día tan especial. Era una forma de llevarlas conmigo, de tenerlas cerca cuando daba uno de los pasos más importantes de mi vida».
Los zapatos
Judith lució un modelo azul de Valentino, un perfecto «algo azul» que al tiempo fue un «algo regalado»:
«El primer paso en la planificación de la boda fue sorprendentemente significativo: los zapatos. Mi madre, absoluta fan de este complemento, con su inigualable gusto y comprensión, me regaló los zapatos que usaría el día de mi boda».
«Fue la primera compra para la boda y marcó el inicio de una hermosa aventura. Cada vez que los veía, me recordaban la emoción y la alegría que sería el gran día y, por supuesto, me recordaban a mi madre».
El ramo
La Flor del Almendro y Mipimientanegra elaboraron el romántico bouquet de la novia. En las mismas tonalidades de la decoración floral del espacio, llevaba peonias, clemátides y astilbe.
Las joyas
«Las joyas que elegimos para el gran día también tuvieron una historia especial. Tanto mis joyas como las de mi familia cercana, incluyendo a mi hermana, mis tías y hasta los gemelos de los hombres, procedieron de Moira Antique».
«Esta joyería no solo nos ofreció piezas exquisitas, sino que también nos brindó una atención súper personalizada. Nos dieron consejos y opiniones sobre las mejores combinaciones de joyas según el vestido que llevaríamos, asegurándose de que cada pieza resaltara nuestra belleza y complementara perfectamente nuestros atuendos».
«Moira Antique se encargó de que cada joya no solo fuera un complemento, sino un realce del vestido y de nuestra piel, aportando un toque de elegancia y significado a cada uno de nuestros looks. La experiencia fue inolvidable y cada joya portaba consigo una historia».
El maquillaje y el peinado
La estilista eslovena Maša Pavlič se ocupó del peinado y del maquillaje de la novia, que lució muy natural en su gran día con un recogido que dejaba su melena suelta con ondas ligeras y un make up que intensificaba delicadamente su mirada.
El novio y la madre de la novia
Anel lució un traje de Anglomania que le sentaba como un guante. Lo combinó con camisa blanca, chaleco de ceremonia azul y una bonita corbata azul marino con estampado en rojo.
Sus gemelos, como el resto de las joyas de la boda, eran de Moira Antique.
Marga, la madre de la novia, lució un elegante conjunto marrón de blusa de Javier de la Fuente y falda de Valentino que combinó con pendientes de Moira Antique. Junto a las invitadas, la hermana de la novia y su madre fueron, sin duda, las más elegantes.
La ceremonia, la celebración y las flores
Los novios eligieron un lugar muy especial para celebrar su gran día: el Castillo Mokrice, Grad Mokrice en esloveno.
Este precioso castillo medieval, mencionado por primera vez en 1444 y reconstruido en el siglo XVI y en 1941, está situado en las colinas Gorjanci, en el pueblo esloveno de Jesenice, muy cerca de la frontera con Croacia.
Entre sus paredes y en el fabuloso bosque que lo rodea, fue donde la novia soñó su maravillosa boda romántica inspirada en los Bridgerton, con las flores como hilo conductor y elemento diferenciador.
Para hacerla realidad, contó con la ayuda inestimable de un equipo de floristas español desplazado a Eslovenia.
Sol, artista floral de La Flor del Almendro, nos describe esta maravillosa aventura:
«El proyecto de decoración floral de esta boda surgió a través de Marga, la madre de la novia, que es clienta de nuestra floristería y confía absolutamente en nuestro trabajo. Nos ofreció ser los floristas de la boda de su hija y nosotros aceptamos enseguida, ya que para nosotros era una reto salir de España y hacer algo así».
«Marga conoció a Miguel, florista de Mipimientanegra, en una master class y quedó encantada con él y yo le conocía de algún curso al que habíamos asistido juntos. Por eso, cuando me propuso Marga la idea, yo le comenté a Miguel la posibilidad de realizar este proyecto entre La Flor del Almendro y Mipimientanegra. Y así nos embarcamos en este maravilloso trabajo en equipo. ¡La verdad es que hemos encajado a la perfección!».
«El trabajo ha supuesto todo un año de preparativos. Estuvimos buscando posibles proveedores en Eslovenia para la flor, pero al final no fue necesario, ya que uno de nuestros proveedores nos resolvió este problema al proporcionarnos toda la flor que necesitábamos enviándonosla directamente al castillo desde Holanda».
«Enviamos a Eslovenia todo el material técnico que necesitábamos para realizar los centros y el resto de nuestro trabajo, desde las herramientas a los jarrones de cristal, las velas o las esponjas, a través de Marga».
«El 18 de junio, cuatro días antes de la boda, salimos en avión desde Madrid hacia Venecia Miguel, mi marido Juan y yo, para iniciar nuestro viaje. ¡Los tres íbamos muy emocionados! En Venecia cogimos un coche para llegar a Eslovenia. Cuando llegamos al castillo donde se iba a celebrar la boda ya teníamos allí toda la flor, ¡nada menos que 5.200 tallos! Nos esperaban junto a Judith, la novia, y su madre Marga. ¡Nosotros ya estábamos alucinando!»
«Al día siguiente de nuestra llegada empezamos a limpiar toda la flor y a meterla en agua para que el día de la boda estuviera perfecta».
«Fueron días de mucho trabajo durante muchas horas, pero también días de risas y de una enriquecedora colaboración que disfrutamos mucho. Pudimos alojarnos en ese castillo de cuento y disfrutar de ese insólito lugar, ¡toda una experiencia!»
«Uno de los días en los que estábamos allí trabajando subió la novia a vernos a la sala del interior del castillo donde nos encontrábamos. Al ver lo que estábamos haciendo, que eran los centros de la ceremonia, se emocionó y se abrazó a Miguel y a mí dándonos las gracias. Para nosotros fue un momento tan emocionante que lo sentimos como una manera maravillosa de agradecer lo que estábamos haciendo».
«El día de la boda, que fue sábado, fue un día de mucho trabajo y muchos nervios, pero quedamos muy satisfechos con el resultado. Después de la cena asistimos a la barra libre, ya que nos habían invitado a asistir, y todos, tanto los novios como la madre de la novia y los invitados nos felicitaron por la labor realizada».
Sol y su equipo cuidaron con mimo de cada aspecto decorativo, transformando por completo el castillo y dejando absolutamente asombrados incluso a sus gerentes, que nunca lo habían visto tan bonito.
Desde la zona de la ceremonia, en el bosque, hasta las fabulosas mesas del banquete, montadas con vajilla y servilletas de Brocantes&Co, que la madre de la novia se encargó de llevar desde España, no faltó detalle.
Incluso ‘Sombra’, la perrita de la novia, que es pieza clave de su familia y participó en la celebración, estuvo adornada con flores: «La novia tiene una perrita que para ella es muy especial y nos pidió que le realizásemos un collar para llevar los anillos», explica Sol.
«Ha sido una boda muy especial que creo que no se nos va olvidar en un largo tiempo. Para mí ha sido un reto montar algo así, ya que no había trabajado nunca fuera de España, y trabajar con Miguel, florista con más de 30 años de profesión a sus espaldas y la experiencia de haber trabajado con grandes floristas, ha sido maravilloso además de tremendamente enriquecedor. Al principio temí no estar a la altura de Miguel, pero con él ha sido muy fácil trabajar y creo que he cumplido mis expectativas con el trabajo realizado, haciendo cosas que no había hecho nunca», concluye satisfecha.
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Las invitaciones y el detalle de los invitados
Los novios encargaron sus invitaciones en Altamar Studio. Respecto a los detalles de los invitados, regalaron Pai pais y sombreros para la ceremonia, además de una bolsita de cuadros vichy con un set de emergencia como un cepillo, un pequeño set para coser, horquillas y gomas de pelo, compeed a las invitadas. También regalaron una botella de aceite de oliva virgen extra de España a las parejas.
El momento más emotivo
«El día de mi boda fue perfecto, lleno de amor, recuerdos y detalles significativos que hicieron que todo fuera mágico», asegura la novia. Desde el vestido de ensueño hasta los zapatos que mi madre eligió con tanto cariño y las joyas de Moira Antique que nos hicieron sentir radiantes».
«Y, por supuesto, las flores, el ambiente natural y antiguo que generaron, que fue absolutamente perfecto, más de lo que nunca pude soñar. Todo se lo debo a mi familia, a las maravillosas personas que hicieron de mi día especial un recuerdo para toda la vida y especialmente a mi mamá. Todo se unió para crear un día que nunca olvidaré y que siempre llevaré en mi corazón».
«Pero si tengo que mencionar los momentos más emotivos, elijo el discurso de mis hermanas durante la ceremonia y el primer baile como recién casados y junto a nuestros padres».
Fotógrafo y wedding planner
La fotógrafa eslovena Tamara Vidmar se encargó de inmortalizar el gran día, mientras que la wedding planner eslovena Everlasting participó en la organización del gran día.
Luna de Miel
Los novios tienen previsto disfrutar de un viaje de novios en Hawaii.