Para lucir una ‘washed face’ hay que tener la piel sana, jugosa y bronceada. ¿Cómo se consigue esto? ¡Te damos los trucos!
Cada vez recurrimos menos al maquillaje y más a las cremas, para tener el efecto piel desnuda que tanto está de moda. Es el conocido skincare effect, gracias al que el bienestar es prioridad a lo superficial. Sin embargo, para lucir esta ‘washed face’ debes tener una piel sana, jugosa y bronceada. ¿Cómo se consigue esto?
¿Cómo conseguir el efecto ‘washed face’?
Para que el efecto ‘cara lavada’ quede bonito, has de tener una piel muy hidratada, tanto desde el exterior como desde el interior. Beber mucha agua es fundamental, además, el verano nos ayuda a lucir un tono dorado con el que no necesitamos usar maquillaje. Pero, hay que tener especial cuidado con el sol, porque puede provocarnos quemaduras, manchas faciales o fotoenvejecimiento.
Por eso, antes de exponerte al sol es importante tomar complementos alimenticios que cuiden tu piel desde el interior, como Arkosol Intensivo “fórmula reforzada” de Laboratorios Arkopharma. Se trata de un complejo de caroteniodes 100% de origen vegetal que prepara de la piel antes del sungazing; protege las células frente al daño oxidativo y pigmenta la piel con un tono dorado tropical.
Es importante protegernos desde el interior porque el sol provoca una diminución de las moléculas antioxidantes presentes en la piel y favorece la generación de radicales libres. Por eso, el aporte de antioxidantes ayuda a fortalecer las defensas de la piel que actúan contra su envejecimiento, especialmente en la cara, que está siempre expuesta al daño medioambiental. Otros pasos importantes que hay que seguir son exfoliar la piel, aplicar una protección solar alta, no solo para ir a la playa. También es importante la crema sola cuando salimos a la calle. Y usar un bálsamo calmante después de la exposición al sol.
Entre los principios activos (por cápsula) de este concentrado solar, que te ayuda a tener un bronceado saludable y a lucir una cara besada por el sol, cabe destacar:
- Vitamina A (600 μg RE): ayuda a la regeneración celular y a la producción de colágeno y elastina de las fibras de la piel, siendo uno de los ingredientes activos con más beneficios visibles a corto plazo.
- Vitamina E (12 mg α – TE): tiene un potente efecto antienvejecimiento en la piel. Es un aliado perfecto para tratar las manchas y protege la piel contra los rayos UVB, la contaminación y los agentes externos que la dañan.
- Pimienta Negra (1,1mg): la piperina es un gran antioxidante y estimula la pigmentación en la piel.
- Cobre (0,33mg): este oligoelemento es indispensable para la síntesis de la melanina.
- Selenio (18 μg): este mineral neutraliza los radicales libres y ejerce una acción antioxidante que retrasa el envejecimiento cutáneo, protege la membrana celular y mantiene la elasticidad de los tejidos.
- Aceites de semillas de borraja (115mg), sésamo (75mg) y argán (25mg): los aceites de argán y de borraja, muy ricos en ácidos grasos, contribuyen a mantener la elasticidad de la piel. El aceite de sésamo, por su parte, contiene vitamina E antioxidante.
- Licopeno (3mg) y luteína (6mg): son pigmentos carotenoides que provienen de los vegetales y que protegen la piel del estrés oxidativo que producen los radicales libres.
- Betacarotenos (4,8mg): son pigmentos naturales y precursores de la vitamina A. Favorecen el bronceado y consiguen un bonito tono dorado y una piel más uniforme y radiante.
¿Y cuál es la forma de utilizarlo? Lo ideal es tomar una cápsula al día como mínimo 15 días antes, durante y después de la exposición al sol. Evitar la exposición al sol en horas de máxima intensidad y utilizar crema protectora.