Es importante saber elegir la ropa interior porque de ella dependerá tu salud íntima. Te contamos cómo influye tu ropa en tu higiene íntima.
La zona íntima requiere de una higiene diaria adecuada. Al ser una zona delicada, es aconsejable tener cuidado en su limpieza y más en verano. El sudor, la humedad o no secar la zona convenientemente puede acarrearnos una molesta infección.
Elegir mal la ropa interior que nos ponemos también puede favorecer molestias o irritaciones en la zona. Es un problema muy común entre mujeres y hoy queremos hacerlo visible, dando los mejores consejos sobre cómo elegir bien vuestra ropa interior para no tener ningún contratiempo durante las vacaciones… ¡y mucho menos durante vuestra boda!
¿Por qué se producen infecciones vaginales?
Las infecciones vaginales de causa no sexual pueden aparecer a cualquier edad y por distintas causas. La más frecuente de estas infecciones es la vaginitis, una inflamación de las paredes de la vagina, que suele ser causada por las bacterias del área del ano. Este tipo de infección es muy común en niñas que acaban de aprender a ir al baño o en ancianas. Pero también es normal en mujeres que, tras orinar o defecar, limpian su zona genital arrastrando el papel del ano hacia la vulva. Esto favorece las infecciones.
Otra causa puede ser la proliferación excesiva de los hongos que se encuentran en la vagina. Hablamos de hongos que se encuentran normalmente de forma natural. Otros factores que rompen el equilibrio del pH pueden ser usar ropa interior muy ajustada, apretada, sintética, acudir a piscinas y mantener la zona húmeda…
Hoy queremos aconsejaros sobre la ropa interior y explicaros cómo influye esta en nuestra higiene íntima.
Cómo seleccionar tu ropa interior
1. Transpirabilidad
Es una de las cualidades más importantes de la ropa interior, donde la tela tiene un papel protagonista. Para asegurar una transpirabilidad adecuada es aconsejable apostar por los tejidos naturales como el algodón, ya que su composición absorbe la humedad de forma eficaz, evitando la generación de bacterias u hongos, como la candidiasis.
2. Tejidos sintéticos
La seda, la licra, el poliéster o el nylon no son transpirables y cuentan con tintes que pueden causar reacciones adversas en la piel como erupciones o infecciones que afectan directamente al pH. La ropa interior de tonos intensos, especialmente de color rojo o negro, puede ocasionar irritaciones, ya que el tinte es uno de los alérgenos más frecuentes. ¿Lo sabías?
3. Bikinis
Llevar puesto el traje de baño húmedo es uno de los errores más frecuentes que cometemos en verano. Ya sea en la piscina o en el mar, debemos evitar mantener el bañador mojado en nuestro cuerpo, pues facilita la aparición de infecciones vaginales.
4. Tangas
Pueden resultar muy cómodos e incluso con algunas prendas se convierten casi en imprescindibles, pero abusar de ellos no es positivo. La tira de los tangas no suelen recubrir toda la vagina y, además, por su forma, favorece su deslizamiento de atrás hacia delante y viceversa. El roce de una parte a otra permite que las bacterias viajen libremente y provoquen infecciones.
5. Deporte
Es recomendable utilizar ropa interior que cubra por completo la zona íntima como los culottes u otras pendas deportivas. Cuando hacemos ejercicio físico la ropa interior tiende a moverse y, al igual que sucede con los tangas, pueden quedar muy cercanas a la zona anal, generando así un posible foco de infecciones.
6. Dormir
Dormir sin ropa interior es una buena manera de mejorar la salud vaginal y contribuye a disminuir los riesgos de desarrollar cualquier infección, ya que los hongos crecen en condiciones cálidas y húmedas. La vagina es propensa a producir humedad durante la noche y la ropa interior puede atrapar esa humedad, creando un terreno ideal para las bacterias.
7. Sensibilidad de la piel
A la hora de comprar ropa íntima es muy importante conocer la sensibilidad de la piel, así como qué productos o tejidos suelen ocasionarnos alergias o irritaciones. Es recomendable además, utilizar un gel de higiene íntima específico, como los de Chilly. Por ejemplo, Chilly Delicado, enriquecido con elementos calmantes. Pocas personas suelen utilizar geles específicos para la zona genital. Los productos de este tipo suelen adquirirse en farmacias, herbolarios y supermercados. Además de antisépticos ginecológicos, hidratantes, lubricantes y toallitas especialmente indicadas para el lavado de dicha área y para mantenerla desinfectada e hidratada, los consumidores podemos optar por diferentes jabones y geles que aportan frescor, respetan el ecosistema vaginal, no irritan y tienen propiedades hidratantes, calmantes y protectoras.