¿No sabes qué hacer con tu pelo para que quede de una forma rápida, bonita y que te solucione el peinado de la próxima boda? Pues, la solución está en los semirrecogidos con trenzas.
Elegir un peinado para una boda puede ser un quebradero de cabeza. Pero tranquila, que no necesitas llevar una obra arquitectónica en la cabeza para destacar. Muchas veces, la elegancia reside en la sencillez, como la de las trenzas.
Las trenzas son uno de los peinados más versátiles que jamás encontrarás. Para un look de sport, para ir a la oficina con el pelo recogido, o para una boda con las miles opciones de semirrecogidos.
Los 4 semirrecogidos con trenzas para bodas más bonitos
Semirrecogido con trenza de cascada
Estas trenzas tienen un precioso efecto de que el pelo va cayendo a modo de cascada, entre la trenza. Y aunque parece muy laborioso, es más sencillo de lo que parece. Puede crearse también un efecto de corona con ellas, uniendo dos trenza laterales.
Semirrecogido con trenza de espiga
La trenza de espiga, o en algunas ocasiones llamada de cuatro cabos, también es más sencilla de lo que parece. Es perfecta para aquellas personas que tienen mucha cantidad de pelo, ya que disimula la gran cantidad de cabello, y para quienes tengan mechas, ya que el contraste entre mechones destacará la trenza. Además, si utilizas mechones pequeños, el efecto será más bonito y parecido al de una espiga.
Semirrecogido con trenza de corona
Este es uno de los más tradicionales y probablemente uno de los más vistos. Las trenzas rodean la cabeza formando una corona con tu propio pelo. Este recogido es perfecto para todos los largos de melena y se puede combinar con ondulaciones, añadirle algún complemento, como pasadores, horquillas con joyas, etc.
Semirrecogido con trenzas terminadas en rosas
Quizá este sea uno de los menos comunes. Pero, permite crear un tocado con forma de flor con tu propio pelo. Para ello, es necesario tener el pelo largo o contar con la ayuda de extensiones de pelo. Tan solo, hay que trenzar el cabello desde los laterales, como si se tratase de una corona. La única diferencia es que tienes que continuar trenzando los mechones de pelo hasta el final, para después enroscarlos y asegurarlos con horquillas. Y ¡voilá!, ya tienes tu flor.