Una vida rica y llena de emociones, tanto positivas como negativas, provoca arrugas en nuestro rostro. También el paso del tiempo, los movimientos musculares constantes o el adelgazamiento de la piel y la pérdida de elasticidad. Lo importante es conocerlas y saber cómo tratarlas.
A partir de los 30 años empiezan a preocuparnos las primeras líneas de expresión, que a lo largo de la siguiente década se van transformando en una realidad patente. Símbolo inevitable del paso del tiempo, suele decirse que la arruga es bella porque refleja lo vivido. Aceptarla y reivindicarla no tiene por qué estar reñido con envejecer con dignidad, tratando de manera adecuada nuestra piel. Y la mejor manera de tratar las arrugas es conocerlas.
Tipos de arrugas faciales
Existen diferentes tipos de arrugas faciales. Son los siguientes:
1. Líneas de expresión. Las líneas de la sonrisa, también llamadas arrugas de la risa o líneas de marioneta, se extienden desde los lados de la nariz y se curvan alrededor de la boca. Si sonríes en el espejo, son las líneas que parecen un par de paréntesis cerrados y estirados. Se forman al sonreír o reír, por el uso constante del músculo orbicular que nos permite hablar. Con el tiempo, a medida que envejecemos, la piel que protege este músculo se estira, creando laxitud y aumentando la apariencia de estos pliegues. “Sin embargo, también entran dentro de las arrugas gravitacionales. Nuestras almohadillas de grasa facial de la mejilla caen hacia la papada ahuecando la parte inferior y contribuyendo a las líneas de marioneta y a los hoyuelos laterales de las mejillas”, matiza Esperanza Sáenz, de Nezeni Cosmetics.
2. Patas de gallo. Son un tipo de línea de expresión que aparece cada vez que sonríes, te ríes o entrecierras los ojos. Se asemejan a las garras de un gallo, como si éste se hubiera posado en las delicadas comisuras de los ojos: “Las patas de gallo pueden ser líneas muy finas y delgadas o muy marcadas y profundas, pero se pueden identificar por su ubicación, ya que los bordes arrugados irradian desde las esquinas de los ojos”.
3. Bajo los ojos. Pueden incluir las patas de gallo, pero las líneas de debajo de los ojos se extienden a toda la zona orbital, ya que la piel es muy fina y es una de las primeras en mostrar signos de envejecimiento. Hay más de diez músculos alrededor de nuestros ojos entrecerrando los párpados, sonriendo y expresando, por lo que no es de extrañar que contraer constantemente esos músculos puede crear pliegues.
4. Del escote. Son una mezcla de arrugas de compresión y atróficas, ya que la piel del escote es tan fina que es muy vulnerable a los rayos UV, al clima seco y a otros agresores ambientales. Por lo tanto, es una zona en la que se suelen formar pliegues. “Las arrugas del sueño también tienden a aparecer en esta zona, sobre todo si duermes de lado o boca abajo. La piel del pecho es arrastrada junto con el tejido mamario como una prenda que se coloca durante largos períodos en una configuración mal doblada”, añade Esperanza Sáenz.
5. De la frente. Es otro tipo de arruga de expresión que se manifiesta como marca horizontal al levantar las cejas o líneas verticales al fruncirlas. Una vez más, el problema no es el movimiento en sí, sino que cuando los componentes estructurales de la dermis empiezan a deteriorarse, esas líneas tienden a mantenerse.
6. En el cuello. También conocidas como “tech neck”, parecen líneas horizontales profundas que se enrollan como una gargantilla o líneas más pequeñas, finas y ligeras que son más frecuentes en los laterales. ¿Cuál es la causa? Se cree que una mezcla de arrugas de compresión, gravitacionales y atróficas o elásticas. Además, el cuello puede sufrir mucho daño solar, sobre todo en los laterales y en la parte inferior, lo que hace que sea muy propenso a los surcos. “El movimiento también entra en juego, aparecen líneas horizontales debido a la flexión del cuello para mirar hacia abajo. De ahí nació la moderna expresión “tech neck“, la gente lo nota más ahora que pasamos más tiempo mirando hacia abajo a nuestras pantallas. Las líneas profundas horizontales que recorren la parte delantera del cuello se deben a la flexión”, aclaran desde Nezeni Cosmetics.
Cómo tratar los diferentes tipos de arrugas faciales
1. Usa protector solar todos los días, ya que hasta el 80% de los signos del envejecimiento cutáneo se producen debido a los daños causados por los rayos del sol.
2. Protégete con antioxidantes como la vitamina C, la niacinamida o la coenzima Q10 para neutralizar los daños de los radicales libres en las células, que provocan los signos de envejecimiento cutáneo y la pérdida de flexibilidad.
3. Utiliza cosméticos antiarrugas para suavizar el aspecto de las arrugas atróficas, incluidos los activos que estimulan la renovación del colágeno a nivel molecular, como los retinoides, el ácido láctico o el glicólico.
4. Ayuda a promover la producción de colágeno con suplementos de colágeno hidrolizado. Si se toman de manera regular, pueden atenuar las líneas y surcos, proporcionando a la piel uno de sus ingredientes básicos para mantenerse firme y tensa.
5. Opta por tratamientos medico-estéticos de rejuvenecimiento cutáneo, como la microdermoabrasión profesional, que mejora la textura de la piel pinchándola con pequeñas agujas y activa la reparación del colágeno.