Elegir la fecha de la boda es uno de los aspectos más difíciles. El momento escogido no solo os tiene que venir bien a los novios, también a la mayoría de invitados. Además, factores como el presupuesto disponible o la ciudad elegida son determinantes. Hoy te hablamos de las peores fechas para casarse.
Las peores fechas para casarse
- El mes de agosto. Aunque puede parecer que este es el mes perfecto para celebrar tu boda, la realidad es otra. Agosto es el mes por excelencia para las vacaciones de verano, por lo que puede que muchos de tus invitados estén de viaje y no puedan asistir a la celebración. Por otra parte, durante las jornadas de agosto suele hacer demasiado calor y esto puede provocar contratiempos. Además, este mes es uno de los más caros del año para casarse. No obstante, si no hay más remedio, lo ideal será celebrar tu compromiso en la playa, con la brisa marina y con el incentivo para tus acompañantes de que aún así, podrán disfrutar del mar.
- Época de Navidad. La navidad es ese momento especial para estar con los familiares que, en muchas ocasiones, suelen vivir lejos. Además, en estas fechas tan señaladas, los lugares de celebración suelen estar ocupados por cenas de empresa o de amigos y, como es lógico, el precio e más elevado.
- Los meses más fríos. Celebrar una boda en otoño-invierno tiene algunas ventajas, como beneficiarse de los precios propios de la temporada baja. Sin embargo, el frío, la lluvia e incluso la nieve pueden estropear por completo el día. Si sigues la tendencia y te decides por esta época del año para celebrar tu boda, elige bien el espacio.
- Los días festivos. Semana Santa, un puente o alguna fiesta nacional, son otras de las fechas que no hay que elegir para celebrar tu compromiso. Los invitados pueden haber programado un plan alternativo. Además, algunos sitios pueden estar cerrados y hay menos medios de transporte.
- Tampoco conviene elegir citas deportivas importantes anunciadas con suficiente antelación, como la final de una copa del mundo de fútbol, por ejemplo, salvo que no os importe ver a vuestros invitados todo el rato pendientes del móvil o buscando una televisión donde retransmitan el evento.
En cualquier caso, la decisión es toda vuestra y lo importante es disfrutar de ese día al máximo.