Como todo en esta vida, el amor también tiene límites, y hay cosas que no deben estar presentes en las relaciones de pareja si se quiere asegurar su (sana) supervivencia. Estas 10 nos parecen esenciales.
Las faltas de respeto, la violencia física o las faltas de compromiso son algunas de estas cosas incompatibles con las relaciones de pareja que, en caso de aparecer, deberían convertirse en el motivo perfecto para una ruptura.
Hemos seleccionado 10 cosas que no deben estar presentes en relaciones de pareja (sanas) bajo ningún concepto.
10 cosas que no se deben tolerar en las relaciones de pareja
1. Mentiras
Si quieres que tu relación funcione, debéis ser sinceros y honestos con cualquier cosa que pueda afectar a vuestra pareja. Eso no significa tener que contaros obligatoriamente todo, pero sí evitar mentiros.
2. Renuncias
Desecha la idea “romántica” de que hay que renunciar a cosas por amor. Si te sientes obligada a renunciar a algo, entonces no se trata de amor, o es un amor que no te conviene. Ni se te ocurra dejar de lado tu trabajo, tus estudios, tus amigos, tu familia, tus aficiones o tu manera de ser. Ni trates de obligar a tu pareja a hacerlo.
3. Solicitud de cambios
No toleres que tu pareja trate de cambiarte. Si lo hace, es que no te acepta tal como eres y, peor aún, no te respeta. Tampoco tú trates de cambiarle a él. Si hay algo que no os convence del otro y que pueda suponer un impedimento para vuestra relación, es mejor no seguir adelante con ella.
4. Chantaje emocional
Es algo a lo que ninguno de los dos debéis recurrir. Frases como “no haces nada por mi” o “nunca me demuestras que me quieres” para tratar de forzar al otro a hacer algo que no quiere, es juego sucio y síntoma de una relación insana. Si tienes la sensación de ceder siempre a sus deseos, si tenéis sexo cuando a él le apetece, si a menudo te sientes obligada a cancelar tus planes para hacer lo que él quiere, aunque sea quedaros en casa, es que algo falla. Y lo mismo si sucede a la inversa.
5. Agresividad
Por muy apasionados que seáis a la hora de discutir, no debéis consentir que la agresividad entre en el juego. Si uno de los dos rompe esta norma, se creará un desequilibrio imperdonable, y muy peligroso, entre ambos.
6. Desprecios
Pueden ser más o menos evidentes, pero hacen sentirse mal a quien los sufre, son una falta total de empatía y de respeto y, desde luego, son un síntoma inequívoco de que las cosas no funcionan. Si recibes comentarios que te hagan dudar de ti misma y de tu valía, como “tú no tienes ni idea de esto” o “no sirves para esto”, si te ignora mientras habla con otras personas, sin hacerte partícipe de la conversación, ¡alerta!
7. Críticas al aspecto
Si tu pareja critica cómo vistes, cómo te maquillas, cómo te peinas. Si se mete con tu alimentación, si te dice que estás gorda o que no te cuidas, estarás tolerando mucho más de lo que debes. No debes permitir que algo así forme parte de tu relación. Aplícatelo si la que criticas eres tú.
8. Exceso de control
No permitas que tu pareja te pida las claves de tu correo o de tus redes sociales. Tampoco que vigile tus movimientos, que te pida explicaciones en todo momento de dónde o con quién estás, incluso reclamándote fotos que lo certifiquen, que te llame a todas horas. Tampoco tú lo hagas.
9. Celos enfermizos
Es difícil saber en qué momento unos celos sanos pasan a ser unos celos enfermizos, por eso lo mejor es poner límite a esto desde el principio. La clave es la confianza mutua. Si uno de los dos tiene celos de todo lo que rodea al otro, es que no confía en él. No merece la pena estar con alguien que no es de tu plena confianza.
10. Falta de comunicación
Si no habláis para resolver vuestros problemas, vuestra relación no tiene futuro. Lo ideal es esperar a que se calmen los ánimos y hablar de lo que os ha sucedido en frío. Dejar cosas sin resolver únicamente genera rencor y frustración, e irá ensuciando vuestra historia hasta destruirla.