Después de su discreta boda civil en Italia el pasado 26 de julio, la princesa María Anunciata y Emanuele Musini se han dado el “sí, quiero” nuevamente por todo lo alto.
A través de una boda religiosa celebrada en la iglesia Chotten de Viena, los ya marido y mujer han querido volver a sellar su compromiso rodeados de sus seres queridos y de varios representantes de casas reales.
Así ha sido la segunda boda de María Anunciata
Para este día tan especial, la princesa ha lucido un impresionante vestido de Valentino Haute Couture, diseñado especialmente para ella. Se trata de un diseño de mangas abullonadas, escote de barco, ceñido a la cintura y con mucho cuerpo y volumen en la falda. María Anunciata lo ha combinado con un precioso velo corto bordado de capas asimétricas (una más larga y otra más corta) prendido por la guinda del pastel: la tiara Fringe de Habsburgo.
Esta reliquia familiar posee un valor simbólico incalculable, pues también la lució la princesa Marie, quien fallecía repentinamente el 21 de agosto, en su boda con el entonces príncipe heredero, Hans Adam II.
La tiara en cuestión fue diseñada en Viena y fue un obsequio que se entregó para la tercera esposa del archiduque, Carlos Luis de Austria, la infanta María Teresa de Portugal en 1873.
Fue en 1903 cuando la Casa Real de Liechtenstein la heredó y, desde entonces, muchas mujeres asociadas a la familia la han lucido en diversas ceremonias.
Sin embargo, no ha sido la única tiara (ni el único vestido) que ha lucido la princesa. Durante la recepción, María Anunciata vestía un diseño de inspiración griega con pliegues y tirantes trenzados que dejaban ver un precioso escote en forma de “V”. Para rematar el look, unas preciosas ondas al agua, al más tipo estilo de Hollywood, entre las que brillaba otra tiara familiar de gran repercusión, la tiara de hojas de vid. Este complemento incluye diamantes de diferentes tallas engarzados sobre oro amarillo y playa y data del siglo XIX.
La de Anunciata y Musini ha sido una de las bodas más sofisticadas del año y los novios han sabido estar a la altura.