Chris Norton tenía 18 años cuando un accidente en el campo de fútbol le cambió la vida. Este joven con parálisis se levanta en su boda y consigue caminar junto a Emily Summers, su novia. Una historia de superación, amor y constancia.
Justo antes del atardecer en el Abacoa Golf Club en Jupiter, Florida, el pasado 21 de abril, Chris Norton y Emily Summers se dieron el ‘sí, quiero‘. Casi 200 invitados observaron entre lágrimas cómo la pareja se preparaba para caminar por el pasillo como recién casados.
Lo hicieron como lo hacen todos los novios, pero para ellos fue muy especial porque es algo que Norton pensó que sería una mera fantasía imposible de convertirse en realidad. Durante los últimos siete años, Norton, de 26 años, ha estad en una silla de ruedas tras un accidente de fútbol que lo paralizó desde el cuello hacia abajo.
La novia se inclinó, envolvió sus brazos alrededor de su esposo y usó todas sus fuerzas para levantarlo de su silla de ruedas. Juntos, caminaron lentamente, un objetivo para el que habían estado trabajando durante años.
«El accidente me trajo a ella«, confesaba Norton, a la revista People: «y esa es la mayor bendición«, continuaba.
El día en que su vida cambió para siempre
Fue el 16 de octubre de 2010, a solo seis semanas del primer año de Norton en Luther College en Decorah, Iowa, cuando estaba en el campo de fútbol para un partido contra Central College. En el tercer cuarto, olfateó una jugada, una que había sido entrenado para hacer miles de veces antes, que causó que el joven de 18 años sufriera una lesión en la médula espinal.
Tumbado en el suelo, recordaba haber sentido que «alguien me había desconectado del poder«, mientras todo el estadio se quedaba en silencio. «Intento empujarme hacia arriba, pero nada funciona. Le recé a Dios para que me permitiera simplemente levantarme y salir del campo «.
Después de ser transportado en avión a la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, le dijeron que se había fracturado las vértebras C3-C4 y que tenía un 3 % de posibilidades de volver a mover algo por debajo de su cuello.
Después de un año de durísima rehabilitación, con su familia que nunca se apartó de su lado, Norton comenzó a recuperar fuerzas y pudo regresar a la universidad en su segundo año en agosto de 2011. En 2012, nació la Fundación Chris Norton, que desde entonces ha recaudado más de 800,000 dólares para personas con lesiones en la médula espinal.
La mujer de su vida
Cuando regresó a la escuela, las mayores luchas y temores de Norton no solo fueron causados por sus limitaciones físicas. Se preguntaba una y otra vez si encontraría a «la chica» que quisiera pasar su vida con él. Después de salir con unas pocas mujeres con las que no tenía una fuerte conexión, decidió probar las citas por Internet.
No pasó mucho tiempo desde la creación de ese perfil en agosto de 2013, que coincidió con Emily Summers, que estudiaba en la Universidad Estatal de Iowa y, al igual que Norton, se había criado en una familia unida.
Atraído por su compasión, belleza y ética de trabajo duro, vio que ella ni siquiera notó su silla de ruedas. Y para Summers de 25 años, la conexión fue igual de inmediata y fuerte. Así decidieron que estarían juntos para siempre superando cada obstáculo.