Grace Kelly y Rainiero se casaron el 19 de abril de 1956 y, todavía hoy, no dejan de ser noticia. Desde la redacción de LSC recordamos este día.
Los cuentos existen. Muchas de vosotras, alguna vez, habéis soñado con ser princesas o reinas porque no es algo descabellado. En esta vida todo puede pasar. Hay muchas historias de amor que nos han hecho creer en el cuento del príncipe y la plebeya: Meghan Markle y el Príncipe Harry, Kate Middleton y el Príncipe Guillermo, Leticia Ortiz, y el ya Rey, Felipe I, Lady Di y el Príncipe Carlos... pero mucho antes que estas parejas reales, hubo otra que nunca ha dejado de ser noticia y fuente de inspiración: la preciosa actriz de Hollywood Grace Kelly y el Príncipe más glamuroso Rainiero III.
Son muchas las especulaciones que se han arrojado de Grace Kelly y Rainiero, como la urgencia del Príncipe por casarse. Pero sea así o no, el 19 de abril de 1956 la joven de Filadelfia se convirtió en la mujer y reina de Rainiero III, heredero de la familia Grimaldi. Pero antes, ¿cómo se conocieron?
Grace Kelly y Rainiero de Mónaco
Grace se encontraba en la cúspide de su carrera. Acababa de ganar un Oscar a la Mejor Actriz aunque se encontraba algo alejada de las cámaras. Grace disfrutaba de su tiempo libre y en esos días recibió una invitación para asistir al Festival de Cannes para presentar The Country Girl. La actriz no lo dudo y embarcó en un tren dirección Cannes. El destino quiso que en ese tren también viajara el editor del Paris-Match, Pierre Galante, y su esposa Olivia de Hallivand, la celestina de esta historia.
Durante el viaje, el periodista tuvo la genial idea de sugerir una reunión entre Grace Kelly y Rainiero con el editor jefe del Paris-Match, Gaston Bonheur, una idea que Gastón aceptó sin mucho reparo. Ahora solo faltaba que los protagonistas de esta historia aceptaran también. Sin conocerse siquiera, Olivia se acercó a Grace y le propuso el plan. La actriz también aceptó, al igual que el Príncipe. Después del encuentro y siete meses de cartas de amor, Rainiero III viajó a Estados Unidos para proponerle matrimonio y hacer historia.
Grace Kelly y Rainiero se casarían el 19 de abril de 1956 en la Catedral de Mónaco. Ningún monegasco quiso perderse el evento y todos se volcaron en la ceremonia y en la celebración, que duró varios días. Antes del enlace, Grace Kelly tuvo que someterse a un reconocimiento médico para confirmar su fertilidad. Los Grimaldi tenían que tener descendencia, si no perderían su independencia y Mónaco pasaría a ser un protectorado francés. Lo mismo le pasaría décadas después a su hijo Alberto. Las malas lenguas también hablan de una revisión para saber si Grace Kelly era virgen o no, unos rumores que cesarían diciendo que era imposible determinarlo a ciencia cierta, pero en caso de no serlo, se debería a un accidente de equitación.
Ese 19 de abril, las casas reales de Europa le dieron la espalda a los Grimaldi. El único que acudió a la boda fue el rey Faruk de Egipto y Onassis. Quienes sí asistieron a la boda de Grace Kelly y Rainiero fueron todos los rostros conocidos de Hollywood y compañeros de Grace, como Ava Gadner. Así como unos 1.500 fotógrafos y periodistas de todo el mundo.
El vestido de novia de Grace Kelly
En el diseño del vestido trabajó también Grace. Fue obra de Helen Rose junto a sus 36 costureras. Su confección duró dos meses y es que no era un trabajo sencillo. El vestido de novia se ajustaba a su cuerpo perfectamente. Encaje de Bruselas en el cuello alto, era de manga larga y con un corpiño ajustado. La falda estaba hecha de punto rosa, seda, tafetán y miles de piedras incrustadas a mano, un traje hecho para una Reina. Y, por supuesto, un interminable velo. A la novia la acompañaban sus damas de honor, que vistieron de amarillo. La actriz había viajado con ellas, su familia y su caniche apenas 15 días antes del enlace. Cuando llegaron a Mónaco, la esperaban miles de personas. Todos querían ver a la futura Princesa.
El novio también llevó sus mejores galas y todas las condecoraciones. Grace Kelly tenía 29 años cuando dio el «sí, quiero» y Rainiero 33. Grace estaba renunciando a su flamante vida como actriz, algo que le había costado mucho trabajo conseguir. Pero, a cambio, estaba ganando los 24 títulos nobiliarios que Rainiero III poseía. A la ceremonia asistieron 600 invitados. Fue Grace Kelly quien tuvo que esperar al novio en la Catedral de San Nicolás y ella misma tuvo que colocarse la alianza, ya que el Príncipe estaba nervioso y no atinaba.
Al finalizar el enlace el cielo de Mónaco se vio invadido por una gran multitud de palomas que soltaron para celebrar el nuevo matrimonio. Aquí comenzaría la nueva vida de Grace Kelly.
Grace Kelly, finalmente, murió en 1982 en un accidente de tráfico. El matrimonio disfrutó a lo largo de 26 años en los que tuvieron 3 hijos: la princesa Carolina, que nació un año después de la boda; el príncipe Alberto, heredero del principiado; y la princesa Estefanía que llegaría en 1965.
Los secretos de Grace Kelly
La vida de Grace Kelly ha dado pie a varias leyendas sobre su persona. Leyendas de las que la familia Grimaldi no quiere que se hable. Repasamos cinco secretos que siempre se han tratado de Grace Kelly:
1. Grace Kelly tenía fama de destrozar matrimonios: antes de convertirse en parte de la Familia Real de Mónaco, Kelly tuvo varias relaciones con hombres de Hollywood casados. Así lo cuenta Wendy Leigh en su biografía no autorizada: La verdadera Grace. Vida y tiempo de una princesa americana. A ella le atribuye el divorcio de Ray Milland con su esposa Muriel, después de acostarse con Grace en Crimen Perfecto.
2. Su «affaire» con Clark Gable: sucedió durante el rodaje de la película de Mogambo en África. Después, cuando volvieron a América, la dejó plantada.
3. Un lío estudiantil: Wendy Leigh cuenta que, Grace Kelly tuvo un amor con su profesor de Arte Dramático en Nueva York, Don Richardson.
4. El examen médico antes de la boda: la familia Grimaldi tenía que saber si Grace Kelly era fértil. Durante este examen se dieron cuenta de que no era virgen, y explicaron que todo era fruto de un accidente de equitación.
5. Su infidelidad a Rainiero: al parecer la actriz tuvo una relación extramatrimonial con David Niven hasta el final de sus días.