Desde que se conocieran en 2020, Beyoncé y Jay-Z han permanecido juntos, pese a todas las adversidades. Esta es su historia de amor.
Se conocieron cuando ella tenía apenas 18 años y él ya estaba en la década de los 30. La música ejerció de celestina y, tras grabar el primer tema juntos, ‘03 Bonnie&Clyde’, en 2002, el amor apareció en las vidas de Beyoncé y Jay-Z para, dos años más tarde, hacer su relación pública.
Pasión, deslealtad y amor: la historia de Beyoncé y Jay-Z
En 2008 llegó el ‘sí, quiero’ de la manera más discreta posible. La boda de Beyoncé y Jay-Z se celebró en Nueva York en la comodidad de su increíble ático de Tribeca, una inversión de unos 6,175 millones de euros. Tan solo 40 invitados pudieron contemplar a la pareja en el altar que se acomodó en este ático. Entre ellos, George Clooney o Chris Martin. De hecho, el enlace de Beyoncé y Jay-Z fue tan exclusivo que tuvieron que pasar 3 años hasta que vimos, por primera vez, una imagen de la cantante vestida de blanco.
4 años más tarde, llegaría su primera hija al mundo, Blue Ivy. El mismo año que Beyoncé y Jay-Z se convertían en padres, la cantante lanzaba su quinto álbum al mundo. Sin embargo, la vida de los artistas muy pronto se iba a ver truncada. En 2015, un negocio que Beyoncé y Jay-Z tenían en común, se fue a pique y eso solo fue la antesala de que lo peor estaba por venir: se hacían oficiales las infidelidades por parte del cantante. La historia entre Beyoncé y Jay-Z pendía de un hilo.
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La crisis de Beyoncé y Jay-Z
¿Sería el momento en que Beyoncé y Jay-Z pondrían punto y final a todos esos años de amor? La pareja decidió seguir apostando por su unión y por su primera hija, Blue Ivy. Eso sí, todas podemos intuir que no es nada fácil superar una traición por parte de tu pareja y que, después de que eso ocurra, vas a necesitar mucho amor (sobre todo propio) tiempo, paciencia y la necesidad de desahogarte con otras personas. Pues con Beyoncé y Jay-Z aprendimos que esto es así en todo el mundo: tanto si en tu cuenta de banco apenas alcanza los 3 ceros como si la lista de ceros es tan larga que no puedes ver el final.
¿A quién eligió Beyoncé para que la escuchara y acompañara en sus momentos más duros? A sus fieles fans, por supuesto. Ellos sí querían escuchar que había sucedido en la relación entre Beyoncé y Jay-Z. El disco Lemonade estuvo repleto de letras que hablaban sobre la traición y la deslealtad. Incluso, llegó a cantar acerca de la amante de su marido. En su disco nos dejó frases como: ‘siento el engaño’, ‘no te quiere como te quiero yo’, ‘¿qué es peor: parecer celosa o loca?’, ‘veo mi reloj, él ya debería estar en casa’, ‘hoy me arrepiento de la noche en la que me puse ese anillo’ o ‘él prefiere llamar a Becky, la del pelo bonito’. Beyoncé y Jay-Z estaban atravesando su peor momento y todos lo sentimos al escuchar aquel álbum.
Un año tuvimos que esperar para tener entre nuestras manos la respuesta de Jay-Z. Al igual que hiciera la diva del pop, su contestación llegó en formato CD en su álbum 4:44. El título del disco ya nos ponía en situación pues, por supuesto, no fue elegido al azar. Beyoncé y Jay-Z nacieron en abril, el cuarto mes del año, y se casaron un 4 de abril de 2008. Ahí tenemos el triple 4. Y, como esperábamos, las letras fueron igual de intensas: ‘Pido perdón, a menudo mujeriego’, ‘no te merezco’, ‘mi corazón se rompió el día en el que tuve que explicar mis errores’, ‘¿Tan difícil es para mí cuando lo siento en mi corazón? Te estoy fallando cada día. Fallando cada día. ¿Por qué sigo huyendo? Y si mis hijos supieran, no sabría qué hacer. Si ellos no me miran de la misma forma, probablemente moriría lleno de vergüenza’. ¡Vaya! Parecía que el rapero estaba realmente arrepentido. ¿Qué pasaría finalmente con la relación de Beyoncé y Jay-Z?
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El punto de inflexión entre Beyoncé y Jay-Z
La cantante decidió aceptar las disculpas de su marido, y decidió que quería seguir a su corazón. El sabor amargo de este capítulo entre Beyoncé y Jay-Z, finalizó cuando ambos se tatuaron en el dedo índice el número 4, así como los nombres de tus gemelos, Sir y Rumi. En 2017, Jay Z decidió liberarse de su dolor y habló con la prensa por primera vez: ‘Tenía que sobrevivir. Entonces entré en un modo de supervivencia y ¿qué ocurrió? Apagué mis emociones. No pude conectarme. Y luego todas las cosas pasan desde allí: la infidelidad, por ejemplo. Lo más difícil es ver el dolor que has causado en la persona que amas. Y luego, lidiar contigo mismo’. Era el punto y final a este episodio turbio en la vida de Beyoncé y Jay-Z.
En la entrevista, el rapero confirmó lo que todos sospechábamos: tanto el albúm Lemonade como el suyo propio, 4:44, eran una especie de ‘batalla de gallos’ en la que Beyoncé y Jay-Z contestaban sus indirectas: ‘Estábamos usando nuestro arte como una sesión de terapia. Comenzamos a hacer música juntos. Todavía tenemos mucha de esa música. Ella nunca me dijo: ‘estoy haciendo este álbum’. Yo siempre estuve allí’. Por supuesto, nos dejó totalmente claro que ambos ya conocían las letras que iban a sacar uno y otro en sus respectivos CD’s con lo cual podemos leer entre líneas que, pese a que la cantante tuviera el corazón roto, supo dar prioridad a su carrera profesional. Ya sabéis, ‘los negocios son los negocios’ y, si sois Beyoncé y Jay-Z, mucho más.
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El imperio de Beyoncé y Jay-Z
Los años posteriores se convirtieron de nuevo en dorados para Beyoncé y Jay-Z. Volvieron a hacer música ‘en familia’ y las giras no cesaron. Además, el año pasado, se estrenó en la plataforma Netflix un documental acerca de Beyoncé pero, la guinda del pastel llegó de la mano de Disney. Beyoncé puso a voz a Nala, la leona novia de Simba en El Rey León. Además, interpretaría el tema de la película Spirit, también de dibujos animados, junto a su primera hija, Blue Ivy.
No tenemos ninguna duda que, entre Beyoncé y Jay-Z, impera el lema de ‘La vida sin música sería un error’ y que les unió cuando más lo necesitaban. Pero, es innegable que la familia Carter ha sido sacar el mayor rendimiento posible a sus carreras profesionales. La revista Forbes en el año 2017 les calculaba un patrimonio de unos 1.000 millones de euros. ¿Originados en la música? Una buena parte sí pero, la moda también ha estado muy involucrada en sus vidas. Beyoncé tiene su propia línea de ropa, Jay-Z colabora con Puma e, incluso, su primera hija, Blue Ivy, colaboró con tan solo 6 años con la prestigiosa firma de ropa, Gucci.
El imperio de Beyoncé y Jay-Z continúa en pie y no nos cabe ninguna duda que esta pareja legendaria todavía tiene muchas sorpresas por darnos.