Agustín e Ione celebraron su boda en una masía del Siglo XVII en Castellón, La Masía Les Casotes. Esta finca cuenta, entre otros espacios con encanto, con una delicada capilla en la que celebraron su boda religiosa.
A Agustín e Ione les unió su principal aficción en común, la natación, que les llevó a coincidir y a conocerse en el club de natación de Castellón al que ambos pertenecían desde pequeñitos.
Se casaron el pasado 18 de noviembre, y celebraron su boda en una masía del Siglo XVIII, La Masía Les Casotes, en Castellón, que ofrecía todo lo que necesitaban para poner en práctica su plan perfecto: una misma finca para celebrar tanto la ceremonia religiosa como el banquete.
Boda en una masía del Siglo XVIII en Castellón
Esta magnífica masía forma parte del catálogo de patrimonio histórico artístico de Castellón de la Plana como edificio y entorno de máximo interés. Cuenta con una vivienda señorial y una pequeña capilla del Siglo XVIII, cuidadosamente restauradas a finales de los años 80 conforme a los materiales y a las técnicas originales.
La masía ofrece diferentes espacios singulares ideales para la celebración de ceremonias civiles o religiosas, pero Ione y Agustín eligieron el exterior de la pequeña y coqueta capilla para celebrar su boda por la Iglesia.
El banquete, por su parte, se celebró en uno de sus luminosos salones acristalados, con catering de Miguel Martí.
Para la organización y decoración del día B contaron con el equipo de Wedding Planners de El Laboratorio Imaginario, que les ayudó a contar con rincones verdaderamente especiales, como el Seating Plan, sobre un conjunto de ventanas de madera antiguas, o el atractivo Candy bar.
Para las flores tanto de la decoración como del ramo, confiaron en El Taller de Clo.
Para su día especial, Ione eligió un diseño de La Boheme 1994 con manga larga y escote de espalda en uve con brocados y pedrería dorados.
Lo completó con una delicada corona metalizada de Alial Millinery, zapatos de Lodi novias y mantilla bordada a mano, recuerdo de su madre.
Además, lució su anillo de pedida, de Rabat, y pendientes largos regalo de su abuela.
Para el maquillaje, que fue muy natural, confió en Marilén Mayrata, y en Rosa Miró para el peinado. Ambas acudieron a La Masía Les Casotes para prestar sus servicios, que cuenta con espacios separados para que el novio y la novia puedan disfrutar de la alegría de vestirse y prepararse en familia.
El novio, Agustín, por su parte, llevó un diseño de Anker by Cristina Mañes.
La madrina lució un vestido de Jorge Aparisi y la madre de la novia vestido y bolero de visón de Felipe Varela, combinados con tocado de María Nieto.
Fue una boda cargada de bonitos detalles, pero Ione recuerda con especial cariño las bonitas invitaciones de Arte de papel y el regalo de las invitadas: pulseritas contra el cáncer de mama y bailarinas.
El fotógrafo Diego de Rando y el videógrafo Micrea Wedding Films se encargaron de inmortalizar cada momento del gran día.
La espectacular luna de miel con la que pusieron la guinda a la celebración fue una vuelta al mundo de ensueño que comenzó en Chicago y San Francisco e incluyó una ruta por Australia, pasando por Singapur y concluyendo en Maldivas.