La nueva colección BBFW18 de Rosa Clará actualiza es espíritu etéreo dando como resultado un corte princesa moderizado que aporta más ligereza.
El recinto modernista de Sant Pau acogió anoche la presentación de la nueva colección de la diseñadora de vestidos de novia Rosa Clará y, con él, su sonada transformación. Y es que, la diseñadora apuesta este año por dar un giro a sus vestidos, cambiando su estilo clásico por uno más minimal y rompedor.
La diseñadora catalana apuesta por la simplicidad y la delicadeza y se acerca en esta nueva temporada a las novias de una forma diferente a la que nos tiene acostumbrados. Adiós a los estampados, brillos y complementos. Este año Rosa Clará tiene claro que las generaciones jóvenes son del «menos es más». Aún así, se permite una concesión y aporta pendientes XXL de perlas o flores para no renunciar a su esencia.
Acompañadas por una banda sonora muy actual, las modelos desfilaron por la pasarela con una versión moderna de su famoso corte princesa que destacaba por su mayor capacidad de movimiento. Además, aparecen cortes lenceros, transparencias y espaldas atrevidas llenas de cintas cruzadas que invitan al juego de la seducción.
Sin dejar de lado su estilo elegante, se incorporan cuerpos de pedrería en cuello caja y manga larga como propuesta más joven y contemporánea. Combinados con faldas de organza de seda, el resultado habla por sí mismo. Espectacular.
Aunque los vestidos aparentan sencillez, están repletos de detalles exquisitos. Aparecen combinaciones de tul plumetti y tul de seda y gasa, cuerpos con puntillas de chantilly, valenciennes, micro guipures y cintas de terciopelo en un trabajo de excepcional técnica y artesanía. Y esta mezcla de elementos es, a su vez, otra novedad de la marca.
El look beauty, casaba a la perfección con la puesta en escena y los vestidos y se limitaba a lo esencial y elegante. Moños con un ligero trenzado a un lado de la cabeza y un tocado de perlas.
BBFW18 Rosa Clará, foto a foto