Las altas temperaturas son un inconveniente para las tartas para bodas en verano, porque pueden alterar su sabor y la decoración final. Pero como se trata de un detalle que no debe faltar, lo mejor es elegir bien su composición.
Elegir bien las tartas para bodas en verano tiene mucho que ver con los ingredientes utilizados en su composición. Todas las opciones que te proponemos a continuación resisten mejor el calor que la típica tarta de recubierta con frosting, como merengue o buttercream. En cualquier caso, si te niegas a renunciar a una tarta de este tipo, deberás cuidarla bien. Una tarta de nata, de merengue, trufa o de crema chantilly, debería permanecer en el congelador hasta pocas horas antes de servirse. Y, después de sacarla, debería estar en un lugar fresco, a temperatura ambiente pero alejada del calor, hasta el momento de servirla.
Respecto a los rellenos, si quieres garantizar el sabor de buttercreams, dulces de leche, cremas, ganaché o mermeladas, es importante que estén en lugares frescos.
8 tartas para bodas en verano con las que triunfarás seguro
1. Naked Cake
Las tartas desnudas o Naked Cakes son pasteles sin cobertura (de buttercream, de fondant) que dejan expuesto su interior, de modo que se pueden apreciar colores, texturas, irregularidades… Son tartas más centradas en el sabor y en la vistosidad de las capas que en una decoración muy elaborada.
De apariencia rústica e incluso algo vintage, resultan muy elegantes, y pueden adornarse con flores o con frutas. Las hemos visto con los pisos redondos y cuadrados, y no sabríamos con qué forma quedarnos. ¡Nos encantan!
2. Semi Naked Cake
Es similar a la Naked Cake, pero con una capa finísima de cobertura. De hecho, el punto de partida es una Naked Cake típica a la que se ha añadido una capa de buttercream por toda su superficie, que después se ha eliminado con la ayuda de una espátula. El resultado es un pastel con unas zonas más cubiertas que otras, irregular e informal, y ahí radica su belleza.
3. Tarta de fondant
El fondant es una cobertura realizada básicamente de azúcar que se utiliza en combinación con pasta de modelar para cubrir y decorar las tartas de todas las formas imaginables. Permite realizar creaciones espectaculares que sorprenderán a tus invitados, aunque a veces son tan bonitas que da pena hincarles el diente.
4. Tarta helada
La reina de las tartas para bodas en verano. Puede ser también de varios pisos, y tiene la ventaja de resultar muy refrescante. Eso sí, tienes que asegurarte de que en el restaurante cuenten con un congelador con espacio suficiente para alojarla sin que se estropee, hasta que llegue el momento de servirla.
5. Tarta de mousse
Son tartas de textura ligera, con una gran variedad de sabores y fáciles de comer. No resultan nada pesadas, y algunas variedades, como las de merengue, limón o frutos rojos resultan refrescantes y muy agradables después del banquete.
6. Tarta de obleas
Se realizan con obleas de barquillo entre las que se intercalan capas de crema, de chocolate, crema pastelera, flan… La combinación es deliciosa y nada pesada. Además, no requiere de cuidados especiales salvo alojarla a temperatura ambiente, alejada de fuentes de calor. Decorada con frutas o chocolate queda espectacular.
7. Tarta falsa
De donuts, de cupcakes, de macarons… El resultado tiene la forma de una tarta, pero no lo es en realidad, sino que consta de porciones individuales de diferentes tipos de pasteles. Permite ofrecer a los invitados una gran variedad de sabores entre los que elegir. Además, al tratarse de servicios individuales, no es necesario usar cubiertos, lo que es una buenísima opción también para el candy bar.
8. Tarta de chuches
La opción más divertida. Puede combinarse con otro tipo de postres, individuales o surtidos en bandejas, o puede dejarse para la zona de candy bar. En cualquier caso, hará las delicias de mayores y pequeños.
