Ya sabemos las consecuencias de dejar sólo a un perro con la tarta de novia. O si no, que se lo pregunten a estos novios.
Érase una vez una tarta de tres pisos de bizcocho con chocolate cobertura blanca adornada con flores. Una apuesta clásica que nunca falla como tarta de boda, todo sea dicho. Érase una vez un bonito labrador negro. ¿En qué punto de la historia se cruzan?
Pongámonos en antecedentes. Gemma Evans, dama de honor en la boda de su hermano Scott Willis, tenía una importante misión: proteger la tarta de boda con su vida. La tarta estaba en casa de otra invitada, Donna McMahon mientras iban a recoger el coche que la llevaría a su destino final. Y esta era la misma casa donde se encontraba Bella, la bonita perra de la pareja.
Pues ya te puedes imaginar lo que pasó. El marido de Donna dejó salir a la perra y el animal no se puedo resistir ante semejante manjar. Y, cuando fueron a buscar la tarta, esto es lo que se encontraron:
Esto es lo que pasa si dejas a tu perro con la tarta de boda
“Cuando abrimos la puerta vi el rostro de Donna y honestamente pensé que se había cancelado la boda. Caminamos hacia la cocina y vimos que Bella había destrozado el pastel.”
Y todo esto pasó ¡sólo dos horas antes de la ceremonia!.
Pero, tranquila, pudieron solucionar este pequeño inconveniente. Contactaron con una cafetería cercana y encargaron otra tarta.
Los novios no se enteraron hasta la recepción. Y, al contrario de lo que podrías pensar, el hecho sólo hizo su boda más única y diferente. Ahora nunca lo olvidarán. Es una anécdota graciosa, ¿no?
“No teníamos idea. Llegamos al local donde iba a ser la recepción, nos tomaron las fotografías y todo. Y luego Donna me preguntó si me gustaba el pastel y confesó que no era el nuestro. No podía creerlo cuando me dijo que Bella se lo había comido. Nos quedamos callados un momento y luego rompimos en carcajadas. Estas cosas pasan”.
