Si uno de tus mayores temores es que el gran día de tu boda, tus zapatos sean los que hagan peligrar tu felicidad… Ya no tienes por qué preocuparte. Hemos recopilado los mejores trucos y remedios caseros para que los zapatos sean de todo menos una carga.
Los pies son los grandes olvidados. Es curioso que siendo una de las partes más importantes de nuestro cuerpo, sean también lo que menos cuidamos. Nuestros pies son nuestro punto de anclaje, lo que nos permite recorrer el camino, saltar, bailar… Por eso, queremos que estén a punto para el gran día (y, a ser posible, todos los días).
Los zapatos jamás te volverán a hacer daño
– La hidratación. Es fundamental tener unos pies bien nutridos ya que la piel será más resistente y, por tanto, tendrán más fuerza. Te recomendamos que apuestes por cremas específicas para los pies ¿Por qué? La planta del pie es 4 veces más gruesa que la de la pierna por eso necesitamos otra loción porque las leches corporales no penetran correctamente.
¿Tienes grietas? Si en tu caso, ya tienes los pies lastimados, estamos a punto de desmontar un mito: No hay que cubrir el pie con un calcetín tras echarnos nuestra crema. Esto es así porque será la tela la que absorba el hidratante, en vez de nuestra piel. Usa film transparente para recubrir el pie y déjalo actuar durante toda la noche. A la mañana siguiente, sentirás que tus pies están totalmente sanados.
– Hidratar el calzado. Para suavizar el interior de los zapatos, aplica un poco de loción hidratante en las partes donde estén las costuras para prevenir que te puedan herir.
– Compra calzado por la tarde. ¡Sí! Es un gran truco ya que la circulación sanguínea cambia a lo largo del día. Seguramente, en las últimas horas del día tengas los pies algo más hinchados que a primera hora, cuando la talla del pie es más pequeña. No te preocupes porque esto no significa que después te vayan a quedar grandes.
– Aplica desodorante. Aplica desodorante en barra en las zonas que corren el riesgo de sufrir una ampolla o rozaduras. Esto evitará la fricción y todas las posibles heridas que pudieras sufrir.
– El congelador. Si necesitas agrandar un poco tus zapatos, coge dos bolsas de agua e introducelas en los zapatos. Después, mételos en el congelador y deja que el frío haga su papel.
– Estrenalos antes del gran día. Comprendemos que sea muy difícil estrenarlos antes de la boda porque, probablemente, tus zapatos sean muy sofisticados pero ¡Es necesario que lo hagas! Así que, es mejor que te presentes en la reunión con tus amigas a lo Carrie Bradshaw de ‘Sexo en Nueva York’.
– Calzado alternativo. Y que no se te olvide llevarte un par de zapatos de repuesto el gran día. Te recomendamos encarecidamente que la talla de estos sea un número más de la que usas diariamente porque, con toda probabilidad, tendrás los pies mucho más hinchados que un día común.
Te aseguramos que con estos trucos los zapatos jamás volverán a ser la causa de tus molestias y preocupaciones.
