La pareja decidió donar todas las flores de su boda a St. Joseph’s Hospice. Pero esta decisión no ha sido la única solidaria de los recién casados.
Meghan y Harry disfrutaron de un fin de semana bastante agitado con el despliegue de medios, familiares y celebridades para su boda en el Castillo de Windsor el sábado 19 de mayo. A pesar de los lujos y la exquisita decoración, la pareja optó por donar todas las flores a un hospicio local de Londres.
El lugar, St. Joseph’s Hospice, reveló el domingo 20 de mayo que sus pacientes se encontraban entre los afortunados destinatarios de los diseños y arreglos florales del día de la boda de los ahora duques de Sussex.
La donación de Meghan y Harry
“Hoy recibimos una entrega muy especial“, decían en una una publicación en la página oficial de Facebook del hospicio, junto con una dulce foto de un paciente con un generoso ramo de flores. “Hermosos ramos hechos de las flores #royalwedding que le dimos a nuestros pacientes. Muchísimas gracias a Harry, Meghan y la florista Philippa Craddock. Nuestro hospicio huele y se ve espléndido. Un gesto tan encantador“.
Markle llevó su ramo de novia a la tumba del soldado desconocido el domingo de acuerdo con la tradición real. El príncipe Harry seleccionó algunas flores del jardín privado del palacio de Kensington y las agregó al ramo diseñado por Craddock. El ramo incluía un cóctel de guisantes perfumados, astilbe, jazmín, lirio de los valles, astrantia y ramitas de mirto –la costumbre de incluir ramitas de mirto, que representa la esperanza y el amor, es un histórico homenaje nupcial real que se remonta a la boda de la princesa Victoria–.
La donación floral no fue el único componente caritativo o solidario por parte de Meghan Markle y el Príncipe Harry –ambos muy comprometidos con la desigualdad, la pobreza y las personas en exclusión social–. Ellos también querían devolver algo a la comunidad mundial recaudando fondos para algunas de sus causas y organizaciones favoritas.
