El pasado sábado, María Francisca de Braganza protagonizó la primera boda real en Portugal que se ha dado en tres décadas.
Así es, la hija de los duques de Braganza ha dado el “Sí, quiero” al abogado y nieto del arquitecto pintor Joao de Sousa Araújo, Duarte María de Sousa Araújo Martins. La ceremonia se ha celebrado en la basílica del Palacio Nacional de Madra en compañía de la élite europea.
Así ha sido el vestido de novia de María Francisca de Braganza
Fue hace 28 años cuando el país luso presenció la que sería la última boda real hasta el momento, la de los padres de María Francisca de Braganza.
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Ahora, más de mil invitados han podido arropar a los novios en el día más importante de sus vidas.
Tal y como se esperaba, la novia ha lucido un vestido clásico diseñado por la modista Luzia do Nascimiento. Confeccionado en seda mikado, el escote incorporaba un escote en “V” con cuello chimenea que recuerda bastante al que la reina Letizia Ortiz lució en su boda. De manga francesa, la pieza se ciñe en la cintura desde la que nace una espléndida cola.
El complemento que más ha sobresalido del look de la novia ha sido la tiara. Una pieza que data de 1887 creada para Amelia de Orleans, la que fuera la última reina de Portugal. Más de 800 diamantes engastados en oro y plata, con motivos florales de lis y filas de collares de diamantes, han decorado el peinado de la novia.
La duquesa de Coimbra también ha querido pedir prestado a su madre el velo y los pendientes, un regalo que su abuela le hizo a su madre por su compromiso.
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El enlace ha sido retransmitido por televisión y, para la celebración, los invitados más cercanos a la pareja se han trasladado hasta la residencia de los duques de Braganza, en Sintra.
